La deriva ultra de Sarkozy echa a Bayrou en brazos de Hollande

La Vanguardia, La Vanguardia, 04-05-2012

Los estudios de opinión siguen ofreciendo dos datos fundamentales para comprender por qué Sarkozy es incapaz de remontar la distancia que le separa de Hollande. Por un lado, si la mayoría de los 6,4 millones de votantes de la ultraderecha se decanta por el presidente saliente –un 50%, según coinciden en calcular los dos sondeos citados–, un nada desdeñable 22% se dice inclinado a votar por el socialista, a pesar de todos los guiños y aproximaciones que Sarkozy ha hecho estas dos últimas semanas a sus temas de predilección para seducirles.

En el campo del centro, la situación es aún peor para el jefe del Estado: sólo el 31% de los 3,2 millones de votantes del Movimiento Demócrata (Modem) se decantan por él, mientras que un 39% lo hacen por el aspirante socialista.

“Para ganar, Sarkozy precisa reunir tres condiciones: captar la gran mayoría de los votos del Frente Nacional, avanzar a su rival entre los electores del centro y recibir el grueso del apoyo de los nuevos votantes de la segunda vuelta”, razonaba ayer el politólogo Dominique Reynié, director de la Fundación para la Innovación Política (Fondapol). Y añadía: “Lograrlo sería una hazaña”.

Más que una hazaña, un verdadero milagro necesitará Nicolas Sarkozy después del contundente pronunciamiento público efectuado ayer por el líder del Modem. Al igual que la presidenta del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, François Bayrou no dio consigna de voto a sus seguidores. Pero a diferencia de la líder de la extrema derecha –que anunció su voto en blanco–, el líder centrista desveló su intención de votar por el socialista Hollande. Otras figuras de su partido se le habían avanzado durante la jornada.

El anuncio de Bayrou, que en el 2007 eludió decantarse por Nicolas Sarkozy o Ségolène Royal, rompió ayer su vocación de equidistancia. Y algo todavía más trascendente y de incalculadas consecuencias a medio plazo: por primera vez rompió el anclaje histórico del centro político a la derecha, alineándose explícitamente con la izquierda.

Todo el ardor y el empeño puestos por Sarkozy en los últimos días en tratar de seducir a los votantes de extrema derecha le han acabado pasando una cara factura por el centro. “Esta carrera en pos de la extrema derecha choca con nuestros valores, esta obsesión por la inmigración conduce al enfrentamiento entre franceses, esta obsesión por las fronteras lleva a la negación del proyecto europeo”, justificó Bayrou, quien censuró la “línea violenta” tomada por el presidente. “No quiero votar en blanco. En estas circunstancias, la indecisión es imposible”, concluyó.

Sarkozy y Hollande avanzaron ayer en cierto modo el cierre de sus campañas con sus dos últimos grandes mítines: en Toulon (Costa Azul) el primero y en Toulouse el segundo. En el mitin de la UMP, un grupo de seguidores airados increparon y lanzaron botellas a algunos periodistas. Hoy, los dos candidatos protagonizarán sus últimos actos de campaña, respectivamente en la Vendée y en el Périgord. Después, sólo quedará esperar.

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