La Policía Local detecta inmigrantes que piden en la calle para bandas mafiosas
La Verdad, , 01-05-2012Un mendigo charla con otro en los jardines de la calle San Juan. :: J. C. CAMPOY / AGM
Se dejan ver en las puertas de las iglesias, en las de los supermercados y en zonas estratégicas de la ciudad que coinciden con las más transitadas por los peatones, como Alfonso XIII o la Alameda de San Antón. Normalmente llevan un cartel en el que resumen su vida en poco más de veinte palabras. Su único fin es suscitar la misericordia de los demás en forma de limosna, que al final cae en manos de bandas organizadas que los reclutan – a veces con engaños – y los explotan. Cartagena se ha convertido en los últimos meses en un foco de atracción de estas mafias que van de ciudad en ciudad haciendo trabajar de esa forma a inmigrantes , normalmente sin papeles.
La Policía Local conoce bien su forma de trabajar. Llegan en furgonetas y los reparten por calles muy transitadas. Al final del día los recogen y se los llevan a otro sitio. «Normalmente no son los mismos. Casi nunca coinciden. Los que están siempre en Cartagena los tenemos controlados, pero a éstos es muy complicado identificarlos», explicó a este diario el concejal de Seguridad, Mariano García.
Algunos de estos casos son familias enteras de nacionalidad rumana, que aunque no pertenecen a bandas organizadas también recorren diferentes ciudades pidiendo limosna. Suelen aparecer normalmente en fechas festivas como Navidad, Semana Santa o Carthagineses y Romanos, aunque fuera de ellas también se dejan ver, sobre todo por el ensanche.
Itinerantes
El edil Mariano García aclaró que no son bandas que están establecidas en Cartagena, sino que son itinerantes, de ahí la dificultad de localizarlas. Algo similar, dijo, pasa con otros grupos de personas de origen subsahariano que vienen para uno o dos días. Éstos se dedican a vender artículos falsificados, normalmente por las playas.
En lo que va de año, la Policía Local ha realizado 73 intervenciones a personas que piden en la calle. La prohibición de esta actividad obliga a los agentes a requisar el dinero que en ese momento lleve encima el pedigüeño.
«La cantidad que sea, por pequeña que pueda parecer, se dona directamente a los Servicios Sociales del Ayuntamiento. Además, a esa persona se le aconseja que se pase por ese departamento para pedir ayuda. En la mayoría de los casos se niegan a recibirla», dijo el concejal. Se les quita el dinero pero no se les multa, «porque sería absurdo, no tienen con qué pagarla».
Cada día que llega un crucero al Muelle de Alfonso XIII, la Concejalía de Seguridad ordena a la Policía Local reforzar la vigilancia en el eje desde el puerto hasta la calle del Carmen, pasando por la calle Mayor y la Puerta de Murcia. El Ayuntamiento quiere evitar de esta forma que haya pedigüeños por las zonas donde hay turistas, para preservar la imagen de la ciudad. Normalmente, los agentes «van de paisano, nunca con el traje oficial, porque cuando los ven huyen», comentó García.
Gorrillas en aparcamientos
A los que también controlan de la misma forma es a los llamados gorrillas que piden en zonas de aparcamiento, como la explanada de la Casa del Mar. A ellos también se les requisa el dinero y tampoco se les multa.
Sean de donde sean, vengan de donde vengan, para el concejal de Atención Social del Ayuntamiento, Antonio Calderón, son personas que necesitan ayuda y «nosotros se la damos». Su departamento, en colaboración con la Policía Local, tiene controlados a los 35 ó 40 mendigos que viven de la caridad.
«Son más o menos los mismos que el año pasado. Les ofrecemos ayuda a través de la Hospitalidad de Santa Teresa, de Cáritas o El Buen Samaritano, pero en algunas ocasiones no la aceptan», indicó Calderón.
El edil no quiere pensar que en Cartagena puedan existir bandas organizadas que explotan a las personas que más sufren la crisis. Pero si reconoció que esporádicamente recalan en la ciudad grupos itinerantes, con estructura casi mafiosa, que obligan a extranjeros a pedir limosna.
Otros necesitados
Lo que si ha notado Antonio Calderón ha sido un aumento de alrededor de un 10% en el último año de personas necesitadas que acuden a las oficinas de los Servicios Sociales municipales para pedir ayuda. Por ello, según el concejal, este año «hemos presupuestado más dinero. Llegaremos a los 500.000 euros, porque sabemos que las necesidades son mayores». El año pasado destinaron 450.000 euros.
Para Antonio Calderón la prioridad ahora es repartir el dinero que hay entre los necesitados. Según sus cálculos, ahora mismo se ayuda a más de 500 familias de Cartagena. «Cada uno de los casos que nos llega a la concejalía, pasa por una comisión de control para su evaluación. La mayoría del dinero va para pagar alquileres y alimentos», dijo.
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