'Baby sicarios' en Madrid
El Correo, , 29-04-2012Las luchas entre las bandas latinas en los barrios del sur de Madrid se saldaron la noche del viernes con el asesinato a sangre fría en el distrito de Puente de Vallecas de un joven español de origen dominicano de 16 años. Los diez detenidos por el homicidio – a balazos y a quemarropa – son menores de edad, y la mayoría ni siquiera son adolescentes.
De hecho, entre ellos hay un niño español de doce años y otros dos chavales de trece, por lo que la Policía no pudo pasarlos a disposición de la Fiscalía de Menores; al no haber cumplido los catorce, son inimputables. Así, fueron entregados a sus padres. Ninguno de los tres podrá ser procesado por este delito, aunque haya pruebas fehacientes de que alguno de ellos sea el autor de los disparos. Los otros siete arrestados tienen edades comprendidas entre los 14 y los 17 años. Ellos sí pasaron a manos del Grupo de Menores de la Policía y, tras su declaración, fueron puestos a disposición de la Fiscalía de Menores.
Según los investigadores, todo parece indicar que los diez detenidos podrían pertenecer a la banda ‘Dominican don’t play’, de origen caribeño, pero abierta a otras nacionalidades. De hecho, los supuestos agresores son cinco dominicanos, dos españoles, un peruano, un ecuatoriano y otro rumano. La víctima, por su parte, podría estar relacionada, él o personas cercanas a él, al grupo eterno rival, los ‘Trinitarios’. No obstante, ni los arrestados ni el fallecido tenían antecedentes policiales ni penales.
«¡Viva la patria!»
El asesinato se produjo sobre las 22.30 horas del viernes. Según los testigos, la víctima, nacida en Zaragoza pero residente desde hace años en Vallecas, paseaba con una chica muy cerca de la avenida de la Albufera. Allí, los agresores les abordaron. Tras forcejear, varios de los detenidos conminaron al fallecido a gritar «¡viva la patria!», al parecer uno de las consignas de los ‘Dominican don’t play’, a lo que éste se negó. Entonces, la víctima logró zafarse de sus agresores y comenzó una persecución que terminó a pocos metros cuando el joven hispano – dominicano recibió dos tiros a quemarropa en el costado izquierdo que le salieron por el cuello. Aunque los servicios de emergencias acudieron de inmediato y practicaron durante media hora maniobras de resucitación, nada pudieron hacer por salvar la vida al joven.
La Policía Nacional montó un vasto dispositivo para localizar a los agresores. Varias unidades rastrearon la zona, deteniendo pocos minutos después del suceso a siete de los menores. La Policía Municipal, por su parte, capturó a otros tres.
Los funcionarios lograron recuperar varios efectos y armas que los detenidos lanzaron a la carrera o escondían entre sus ropas, entre ellos una pistola simulada modificada para disparar fuego real que podría ser el arma homicida. Además, los agentes requisaron dos machetes y dos cuchillos de grandes dimensiones. Todo este material fue enviado al Grupo de Homicidios de la Brigada de Policía Judicial, quien se hizo cargo de la investigación.
El suceso ha conmocionado a Villa de Vallecas, el segundo mayor distrito de Madrid en extensión y en donde los inmigrantes son buena parte de los 100.000 residentes. A pesar de la fuerte presencia de jóvenes que simpatizan con las bandas latinas, según explicaron mandos policiales, hacía años que no se daban episodios tan salvajes.
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