Sarkozy quiere reducir a la mitad el número de inmigrantes

Propone más medidas restrictivas con la vista puesta en los votantes de Marine Le Pen

ABC, J. P. QUIÑONERO, 25-04-2012

Nicolas Sarkozy proponer reducir en un 50 por ciento la inmigración legal, imponiendo normas mucho más severas para aceptar a los inmigrantes por motivos económicos o el reagrupamiento familiar de quienes se instalaron en Francia desde hace años.

A diez días de la segunda vuelta electoral, el presidente candidato ha retomado uno de sus temas «canónicos», con el que esperan convencer a una parte significativa de los electores del Frente Nacional (FN, extrema derecha) que tienen la «llave» del Elíseo. Sarkozy no anuncia nuevas medidas de excepción. Propone endurecer las normas establecidas.

Un decreto de diciembre de 2008 ya imponía a los candidatos al reagrupamiento familiar un examen de lengua y cultura francesa básica para poder entrar en Francia. Tres años más tarde, Sarkozy anuncia unas normas «más severas» para frenar el reagrupamiento familiar, avanzando estos argumentos: «Es imposible que se integre en nuestro país quien no hable nuestra lengua y no conozca los valores de la República».

El objetivo último de Sarkozy es reducir a la mitad la inmigración sin modificar radicalmente la legislación, pero aplicándola de manera mucho más rigurosa. El presidente ya amenazó a la UE con romper con los acuerdos de Schengen que rigen las fronteras y políticas de seguridad interior en la Unión, «si Europa no consigue frenar la inmigración en los próximos doce meses». Y ha conseguido además el apoyo táctico de la canciller alemana, Angela Merkel.

El endurecimiento verbal de Sarkozy está dirigido esencialmente a los electores conservadores y muy conservadores, sensibles a estas cuestiones que Marine Le Pen ha convertido en problemas inflamables, culpando al presidente de practicar una política de «apertura de fronteras, en detrimento de los franceses y los valores nacionales».

Contra la ultraderechista Marine Le Pen, Nicolas Sarkozy avanza el endurecimiento de las actuales políticas de inmigración. Y contra François Hollande, candidato socialista, se presenta como el gran defensor de los «valores nacionales»: «El candidato socialista ha prometido legalizar el derecho a voto de los inmigrantes. A mi modo de ver, sería una medida catastrófica. Francia es el fruto de muchos siglos de cultura común. No se puede llegar a Francia y tener el derecho de voto. El derecho de voto es el fruto de una larga historia. Un proceso de integración. La inmigración debe reducirse. Y los inmigrantes deben asumir nuestra cultura y nuestros valores».

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