El juicio por el segundo caso conocido por agresión a un detenido en la comisaría de los Mossos d’Esquadra en Les Corts de Barcelona acabó como el primero: con penas mínimas de multa para el policía implicado. La Audiencia Provincial considera que la agente Tania R. P., descubierta a través de una grabación con cámara oculta de Asuntos Internos, cometió una falta de maltrato cuando abofeteó a la detenida Elena P. y la sanciona con 450 euros.

El tribunal absuelve a los otros tres mossos que detuvieron en abril de 2007 a Elena P. y que habían sido encausados por varios delitos contra la intimidad, lesiones, falsedad documental y trato degradante, como pedía la Fiscalía.

La sentencia relata que, en la madrugada del 5 de abril de 2007, Elena P., de nacionalidad rusa, regresaba a su casa en Barcelona tras una celebración familiar y, como no levaba encima las llaves, empezó a llamar de manera insistente a la puerta y a dar gritos, por lo que los vecinos avisaron a los Mossos d’Esquadra.

El tribunal considera que la mujer estaba «alterada y excitada», por lo que se encaró con los agentes, aunque éstos intentaron ayudarla. Ante el escándalo y las agresiones que sufrían por parte de Elena P., los mossos decidieron detenerla y esposarla para llevarla a comisaría. Cuando salían del edificio, la arrestada mordió la mano de uno de los policías, por lo que ha sido condenada a un año de prisión por un delito de atentado contra la autoridad.

Elena P. continuó con su actitud agresiva, según la sentencia, dentro del vehículo policial y en la comisaría de Les Corts, donde quedó a cargo de la agente condenada y de una compañera. Sólo estas dos policías podían registrar a la detenida, ya que eran las únicas mujeres del turno de noche. La Audiencia afirma que la arrestada se resistió a colaborar, por lo que tuvieron que inmovilizarla en el suelo en más de una ocasión y ponerle las esposas. En este cacheo, Elena P. mantenía «una actitud desafiante», según los magistrados, por lo que Tania R. P., «de manera repentina, le propina un bofetón en la cara» que no le provocó ninguna lesión.

Tras inmovilizar de nuevo a la detenida y ponerle un casco para evitar que se autolesionase, las agentes llevaron a la sospechosa a una celda donde permaneció varias horas hasta que fue liberada con cargos.

La sentencia destaca que la agente condenada «se extralimitó al propinar el bofetón», aunque considera que este «uso excesivo de fuerza» se produjo en «un contexto de tensión ante la nula colaboración de la víctima, que, además, mantenía una actitud desafiante». El tribunal no considera creíble la versión de la policía en el juicio, que declaró que no se trató de un bofetón, sino de «apartarle rápidamente la cara» para evitar un escupitajo. En este sentido, los magistrados, tras visionar las imágenes, afirman que Tania R. P. dio a la detenida «un bofetón en toda regla» que no está amparado en la función policial.

Hace unos meses, el Tribunal Supremo confirmó las penas de multa para cuatro agentes por agredir a un detenido en la misma sala de Les Corts en marzo de 2007, como también captaron las cámaras.