El ultra Wilders se niega a apoyar los recortes que exige la UE. El país celebrará sus quintas elecciones en 10 años
Dimite el Gobierno holandés
La Razón, , 24-04-2012El primer Gobierno holandés en minoría desde el final de la Segunda Guerra Mundial cayó ayer tras fracasar las negociaciones con sus socios parlamentarios, la derecha xenófoba y populista de Geert Wilders, para aprobar un duro plan antidéficit. El primer ministro, el liberal de derechas Mark Rutte, presentó ayer su dimisión y la de todo su Ejecutivo a la reina Beatriz, que le pidió «seguir haciendo todo lo que considere necesario para el interés del reino», según informó la agencia de noticias ANP. El Gobierno de Rutte permanecerá en funciones hasta la convocatoria de elecciones anticipadas, probablemente en septiembre u octubre.
Desde el 5 de marzo, la coalición de democristianos y liberales negociaba con el partido de Wilders, el Partido de La Libertad (PVV), un plan de austeridad de 14.200 millones de euros para reducir el déficit público al 2,8% del PIB en 2013. Sin embargo, el pasado fin de semana, el líder islamófobo abandonó la mesa y dio por roto el diálogo al negarse a «seguir los dictados de Bruselas». «No tolero que las personas mayores tengan que pagar por las absurdas reivindicaciones de los funcionarios de Bruselas», dijo.
Wilders, que defiende la salida del euro y se opone a los planes de rescate de la UE, ha preferido romper la baraja e intentar sacar tajada electoral de la crisis financiera europea. «Dejen que los votantes holandeses se pronuncien y digan cuál es para ellos la mejor política», manifestó el líder del PVV, que cuenta con 24 de los 150 escaños del Parlamento.
El plan de austeridad diseñado por el Gobierno de centro derecha incluye duros recortes en sanidad, pensiones, salarios públicos, IVA, ayuda al desarrollo y a las deducciones de los préstamos hipotecarios. Sin embargo, al firmar en octubre de 2010 su pacto de legislatura con democristianos y liberales, el PVV se comprometió a reducir el gasto en 18.000 millones de euros para que Holanda pudiera cumplir el objetivo de déficit.
Según las previsiones, en caso de no acometer recortes, el déficit público rondará el 4,6% del PIB en 2013, por encima del 3% exigido por el Pacto de Estabilidad. Desde Bruselas, ayer llegó una de cal y otra de arena. La Comisión Europea considera que aún «existe espacio para la negociación y el diálogo» en Holanda, pero rechazó toda posibilidad de flexibilizar los objetivos de déficit.
Hasta la convocatoria de nuevas elecciones, el Gobierno de Rutte se enfrenta a un duro reto. Antes del 30 de abril, Ámsterdam debe presentar a Bruselas el plan de ajuste, que sólo se han ofrecido a apoyar los liberales de izquierdas. En cambio, la oposición laborista descartó respaldar unas medidas anticrisis que le restarían votos en las urnas.
Rutte, en manos de la ultraderecha
El liberal Mark Rutte ganó las elecciones de junio de 2010 prometiendo recortar el déficit público y reducir la aportación holandesa a la UE. En medio de un Parlamento atomizado, Rutte sólo logró pactar una coalición minoritaria con los democristianos apoyada por la derecha populista del PVV. A cambio de su respaldo parlamentario, Wilders logró el compromiso de endurecer la política de inmigración. El Gobierno duraría lo que quisiera el líder islamófobo.
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