LA CIFRA
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Desde hace meses Seroretxea (ubicada junto a la Parroquia) semanalmente se convierte en una hipotética torre de Babel, en el mejor de los sentidos, porque a la postre se logra un perfecto entendimiento entre las dos partes.
Cáritas del Goierri viene ‘acogiendo’ a gran número de inmigrantes que acuden en solicitud de distintos tipos de ayuda. Al respecto y de entrada desde este ente parroquial observan «una serie de elementos que dificultan la atención al colectivo inmigrante como son: la integración socio-cultural en la comunidad del Goierri». El euskera y el castellano son idiomas diferentes, tanto entre sí como con el idioma de los marroquís, rumanos, paquistanís. Entonces la comunicación se puede volver casi imposible. Además el problema se agrava «ya que si nosotros, los goierritarras disponemos de una red familiar y social que nos da cobertura, nos ayuda, nos ampara y nos ayuda a resolver nuestra necesidades. En el caso de las personas inmigrantes la realidad es totalmente distinta», señalaba Juan Manuel Barandiaran desde Cáritas-Goierri.
La mayor demanda
La demanda más acuciante que los inmigrantes plantean en Cáritas es la relativa al abono de alquileres, tanto de la renta o de las fianzas, así como las relacionadas con los pagos de luz, agua, alimentos, ropa, pañales, medicamentos, bonos de tren, y un largo etcétera. «Son algunas de ellas cargas muy penosas ten personas que no disponen de trabajo y tienen cargas familiares», explican.
El perfil dominante de las personas que atiende Cáritas responde a personas a las que la Administración no responde o no puede responder por incumplir algunos requisitos. «Normalmente se trata de inmigrante sin papeles, en paro, sin vivienda, con dificultades a la hora de obtener contrato de vivienda,…» comentaba Juan Manuel
La ayuda de Cáritas supera lo meramente económico. «En las acogidas intentamos realizar un análisis de la situación familiar, de los problemas que se presentan, qué causas las han provocado, que consecuencias se están viviendo.».
La labor de Cáritas
De esta manera podrán dar una respuesta realista, puntual y global, «dentro de las posibilidades con las que contamos todos, ellos y nosotros», matizan. Desde fuera de Cáritas, de un modo general, se entiende erróneamente que las ayudas que se aportan desde Cáritas son ayudas asistenciales, cuando en la realidad, si bien éstas se dan, lo primordial y fundamental de la labor de Cáritas no es la labor Asistencial.
«Cada caso es distinto, tienen familias donde la necesidad de apoyo psicológico, afectivo…, es más útil que la ayuda económica, porque no existen hábitos que saneen los problemas que ocurren con el trabajo, con la relación de pareja, con los hijos, con la organización del hogar.» indica Barandi
En otros casos, hay una clara necesidad de ayuda económica y la apoyan «desde Cáritas intentamos paliar estas necesidades desde la precariedad de medios de que disponemos».
Muchas veces, estos problemas superan las posibilidades de respuesta económica pero no por ello dejan de acompañarles y orientarles en sus derechos y ofrecerles una ayuda puntual mientras buscan otras alternativas.
Si inicialmente detectan el problema del idioma y su dificultad de integración, posteriormente el mayor problema reside en no poder insertarse en el mercado laboral. Las pocas posibilidades se dan en el sector servicios, en concreto en la realización de labores domésticas y atención a personas mayores.
Los Talleres
Encadenados a los problemas detectados, han organizado varios talleres de aprendizaje de euskera y castellano a los que dos veces a la semana acuden del orden de 40-50 personas inmigrantes . Estos talleres se imparten en Seroretxea .
En segundo lugar, tienen en marcha el taller de ‘Labores domésticas’ que engloba cuatro sub talleres: limpieza de la casa, limpieza de la ropa y su planchado, cocina tradicional de nuestro entorno y cuidado y asistencia a personas mayores». Se desarrollan en el colegio de las Hermanas de la Providencia en Idiazabal. La vertiente práctica del subtaller de atención a personas mayores se trabaja en la Residencia de la tercera edad de Ordizia.
Responsabilidad de todos
Para Cáritas la Administración es la primera responsable de garantizar los derechos de los ciudadanos. Por ello orientan a las personas a que acudan a las entidades competentes para que den respuesta a sus necesidades. Pero para ellos el mejor modo y manera de responder a este tipo de necesidades y, hoy más que nunca, es el de aunar esfuerzos, remando todos en la misma dirección y hasta el día de hoy la colaboración es positiva. Recuerda que el Ayuntamiento de Beasain, ha reconocido la labor de Caritas-Goierri sufragando los gastos derivados del transporte público de las personas que acuden a estos talleres, «la mayor responsabilidad la tiene la Administración Pública, pero las personas en general y las Asociaciones sin ánimo de lucro, no podemos escondernos ante esta realidad. Es competencia y obligación de todos el posibilitar que los derechos de las personas no se queden en la tinta de los papeles. Para ello debemos aunar esfuerzos más que nunca. Nadie sobra y todos hacemos falta», remarca Juan Manuel Barandiaran.
Goieki debe implicarse
Y, concretaba a un más, a nivel comarcal, «Goieki debe implicarse en esta realidad como lo ha venido haciendo hasta hace un par de años. La crisis es la crisis…, pero debemos tener muy claro que la crisis si a alguien afecta es al más pobre, al excluido socialmente».
En este sentido cree que la Agencia debería coordinar todas las actividades de la red de Asociaciones que existen a nivel comarcal para a la postre intentar elaborar y desarrollar proyectos compartidos entre todos los agentes aunando criterios de eficacia y eficiencia.
son aproximadamente las personas innimigrantes que residen en el municipio beasaindarra y extrapolando esta cifra a la comarca el índice se sitúa en torno al 10% personas inmigrantes .