La Guardia Civil ha informado del hallazgo de un inmigrante cuando iba a ser introducido en Melilla oculto en un doble fondo. El intento de entrada se produjo el pasado martes por la frontera de Beni – Enzar, cuando los agentes de servicio en la frontera de Beni – Enzar procedieron a la inspección de un turismo con matrícula marroquí, conducido por un ciudadano de este país y observaron una placa metálica en el fondo de la guantera, signo evidente de su manipulación original.

Por ello, se procedió a un examen exhaustivo en el que hubo de retirar el salpicadero del vehículo, que al ser levantado de forma parcial permitió ver la existencia de una persona bajo la misma tumbado. Una vez retirado en su totalidad, se confirmó la existencia de una persona de rasgos subsaharianos, encajonada en un espacio de muy reducidas dimensiones que dificultaban su respiración y le impedían cualquier movimiento, deduciéndose por el sistema de cierre del habitáculo que no podía haberse introducido ni poder abandonarlo por sus propios medios.

El inmigrante es un varón, que dice proceder de Ruanda, que presentaba signos de entumecimiento, alteraciones respiratorias, y debilidad extrema, por lo que, una vez liberado, fue conducido al servicio de urgencias para su reconocimiento, donde fue atendido, siendo el estado de salud de esta persona en el momento de emitir esta nota de prensa de satisfactorio y dentro de la normalidad.

El conductor del vehículo, de iniciales H.A., marroquí, de 23 años de edad y vecino de Nador fue detenido y ha pasado a disposición judicial.