Geert Wilders se refuerza como una de las grandes fuentes de inspiración de los movimientos de extrema derecha en Europa. Considerado uno de los principales promotores de la idea de asociar inmigración y abuso de las ayudas sociales, el líder populista holandés vuelve a hacer escuela con otra de sus controvertidas iniciativas. Los ultras belgas del Vlaams Belang acaban de copiar su web para delatar a los inmigrantes, una plataforma de corte abiertamente xenófobo que fue condenada recientemente por la Eurocámara. En Bélgica, el Centro para la Igualdad de Oportunidades ya ha comparado el nuevo portal con las prácticas de los nazis.

Wilders, líder del Partido de la Libertad (PVV), lanzó su web el pasado febrero. En ella, se animaba a los internautas a difundir los problemas que les generan los inmigrantes del Este de Europa, especialmente polacos, búlgaros y rumanos. «¿De qué manera le han molestado?», rezaba una pregunta en uno de los formularios. El portal planteaba como posibles respuestas el «ruido excesivo, dificultades a la hora de aparcar, abuso de alcohol y suciedad». «Si ha perdido usted su trabajo a consecuencia de algún inmigrante, hágalo saber aquí», se apuntaba en otro apartado. Curiosamente, Holanda, con una tasa de paro de apenas el 4,9%, es el segundo país de la UE tras Austria con menor nivel de desempleo.

El impacto de la web fue inmediato. Dentro de Holanda, su lanzamiento colocó en una posición muy incómoda al primer ministro, el liberal Mark Rutte, porque gobierna en minoría con el apoyo parlamentario de Wilders. Fuera del país, la idea enfureció a todo el Este de Europa. Una decena de socios comunitarios suscribieron una misiva en la que cargaban contra la «imagen negativa» difundida por el portal. A través de su Twitter personal, el líder ultra explotó aún más el filón de la polémica. «Malgastan el papel. Que se guarden la carta donde les quepa», proclamó. Un mes después, la Eurocámara se unió para tachar la iniciativa de «malintencionada» y censurar su objetivo de «crear divisiones sociales».

El recorrido de la última ‘brillantez’ de Wilders parecía agotado, pero esta semana ha tomado un nuevo impulso. El Vlaams Belang, una formación ultra belga que en las últimas elecciones cosechó casi el 8% de los votos, ha adoptado la idea y ya tiene su propia versión de la web. El portal permite a los interesados delatar a los inmigrantes que trabajan ilegalmente, censurar sus abusos de la seguridad social y exponer sus vínculos con la criminalidad. El líder del partido, Filip Dewinter, explicó que las denuncias serán trasladadas a la Policía. «Los ‘sin papeles’ deberían ser buscados activamente y enviados a su país de origen», agregó sin ocultar su deseo de que se abra una caza en toda regla porque, a su juicio, existen «decenas de miles de ’ilegales’» en el país.

‘Cordón sanitario’

La noticia no sorprendió demasiado a los belgas, que conocen desde hace años el discurso xenófobo del Vlaams Belang. La formación, sometida a un ‘cordón sanitario’ del resto de partidos para que no acumule poder institucional, fue condenada por racista en 2004. La resolución de los tribunales obligó al partido a cambiar su nombre – antes se llamaba Vlaams Blok – y a modular sus planteamientos para garantizar su supervivencia. En franco declive político, defiende la independencia de Flandes con Amberes como uno de sus feudos tradicionales. Unos días después de su lanzamiento, la web quedó colapsada gracias a los mensajes enviados por decenas de detractores de la idea.

Hace unos meses, el Vlaams Belang, que puede traducirse como Interés Flamenco, también acaparó la atención con otra controvertida campaña. Esta vez, una de las hijas del líder de la formación, An – Sofie Dewinter, se fotografió en bikini con la cara cubierta por un niqab para denunciar la islamización del país. Las imágenes sirvieron para saber que Dewinter no solo sigue los pasos de Wilders. Ferviente admirador de Jean – Marie Le Pen, el dirigente extremista confesó que le encantaría que su hija, de 19 años, emulara a Marine Le Pen y le sucediera algún día al frente del partido.