Justicia a katanazo limpio. Dos hombres se debaten entre la vida y la muerte en los hospitales de Getafe y el Doce de Octubre. Los dos son ciudadanos chinos, salvajemente agredidos el pasado miércoles Santo en el polígono Cobo Calleja, en Fuenlabrada. Según fuentes policiales, hacia las 22.00 horas se produjo una multitudinaria pelea con katanas y armas blancas entre dos grupos de orientales.

La reyerta comenzó en la calle de León, frente a un restaurante que hay a la altura de los números 19 y 21. La primera hipótesis policial es que un grupo armado con sables y navajas esperó en la puerta a los dueños cuando echaban el cierre a un bar y a una tienda de complementos. Les reclamaron una cantidad que supuestamente debían a una organización mafiosa.

Ante la negativa de los propietarios a darles el dinero que reclamaban se produjo el primer ataque del grupo armado.

Hubo carreras, golpes de sable, gritos, cuchilladas, caídas y hasta un atropello. Un baño de sangre que acabó con dos de las víctimas heridas de katana por todo el cuerpo. «Ha sido como una película de samurais. Un grupo corría y el otro atacaba con katanas a otras personas que huían y se metían entre los coches», señalaron desde una gasolinera de la calle de León.

Después de la riña, varios chinos que, en principio, no estaban relacionados con las víctimas, montaron a los dos heridos graves en un Seat Ibiza y las dejaron en la puerta de Urgencias del Hospital de Getafe.

Cuando en el hospital vieron la gravedad de las lesiones, uno de los dos hombres fue trasladado al Doce de Octubre, porque allí tenían más medios para intervenirles. Desde entonces, ambos siguen ingresados en estado muy grave.

Uno de ellos, de hecho, casi pierde la mano por varios golpes de katana, como se aprecia en la fotografía de abajo. Tuvo que ser intervenido de urgencia para reconstruir los tejidos dañados y evitar que se quedara manco.

El que está en Getafe tiene 40 años, y el del Doce de Octubre, 32, según fuentes del caso. Con todo, desde el Hospital de Getafe se informó ayer de que la evolución del ingresado en el centro era muy favorable en las últimas horas.

Desde el centro médico se avisó a la comisarías de Getafe que a su vez se puso en contacto con los agentes de Fuenlabrada que se desplazaron de inmediato a la zona. Los agentes acordonaron varias calles en busca de los implicados pero ya era demasiado tarde. Tampoco los vigilantes de seguridad del polígono pudieron detener a los implicados en la reyerta que huyeron en coches de gran cilindrada hacia la carretera de Toledo.

Un rastro de sangre en la calle de León delataba los puntos donde se produjo la terrible pelea. Varios de los ciudadanos chinos que había en la zona aseguraban que no habían visto nada. Los testimonios en Cobo Calleja son complicados de obtener, y nadie quiere hablar por temor a represalias.

No obstante, las primeras investigaciones confirman que se trata de un ajuste de cuentas contra comerciantes por parte de un grupo criminal que podría haber extorsionado a otros empresarios del polígono Cobo Calleja, la mayor concentración de tiendas chinas de toda Europa.

La investigación está todavía abierta y podría derivarse a uno de los grupos de Homicidios por la gravedad de las lesiones, que se consideran homicidio en grado de tentativa.

Los casos relacionados con las triadas o mafias chinas son muy difíciles de indagar, dado el silencio que impera en la comunidad oriental. Ha habido casos en que los propios policías que investigaban han tenido problemas, como ocurrió hace cinco años con varios agentes de los Centauros, a los que detuvo Asuntos Internos tras varias denuncias de chinos, aunque después se archivó todo.