El Banco de Alimentos de Bizkaia repartió durante el pasado año más de 3.000 toneladas de comida. Su despensa se desprendió de un 21,2% más de género que en 2010, cantidad que supone, según explicó su presidente, Nicolás Palacios, un apoyo adicional para las 225 instituciones sociales vizcaínas destinatarias de su labor. La situación social y económica ha provocado que las solicitudes de ayuda aumentasen, hasta el punto de que ha cambiado el perfil del usuario que acude a estos centros. «Ahora nos encontramos con más familias de aquí con miembros en paro, mientras que la población inmigrante está estancada o disminuye», explicó Palacios. Los más de 200 centros donde el banco reparte alimentos tutelaron o acogieron en 2011 a 26.551 personas necesitadas, 1.771 más que 2010.

La institución benéfica presentó ayer el balance de 2011, un ejercicio que ha estado marcado por el incendio que el 11 de abril destruyó completamente su almacén principal de Basauri. Las llamas se llevaron por delante más de 70 toneladas de alimentos, así como todo el mobiliario y tres furgonetas. «Ha sido un año duro y difícil», comentó su presidente, «pero nos ha servido para consolidar nuestra actividad. Desde el momento del incendio el clamor fue unánime e intentamos por todos los medios cumplir con los repartos». El almacén se levanta ahora en un pabellón cedido por la Diputación y espera regresar de nuevo a su sede «en unos tres meses».

Setenta y siete voluntarios ayudan en la recogida y reparto de los alimentos. En el caso de los perecederos procedentes de Mercabilbao se enfrentan a diario a una «jornada laboral» que comienza a las 7 de la mañana y concluye cuatro horas y media más tarde. La comida, además, procede de cooperativas de Levante y la Unión Europea. También, campañas puntuales en grandes superficies y en colegios – más de 100 de todo Bizkaia toman parte ya en el proyecto – permiten ir llenando la despensa. La próxima campaña de concienciación la protagonizará el domingo el Bilbao Basket. «Queremos que la ciudadanía sea consciente de que justo al lado hay gente que lo está pasando muy mal», explicó Palacios.