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Hollande y Sarkozy: estilos y programas antagónicos

El candidato socialista a la presidencia gala destaca por sus modales suaves y carácter calmado frente a la energía y la impulsividad del mandatario

Diario de noticias de Gipuzkoa, Marta Martínez, 20-02-2012

Tras semanas de espera, Nicolas Sarkozy ha oficializado su candidatura a la reelección en las elecciones francesas y competirá con el socialista François Hollande por la presidencia del país. La primera cita con las urnas será el 22 de abril. Hasta entonces, se espera un intenso duelo entre dos políticos de estilos y programas antagónicos. Mientras que Sarkozy, apodado presidente bling – bling desde que celebrara su victoria electoral de 2007 rodeado de ricos, es enérgico, impulsivo, conocido por sus excesos en el lenguaje y su fascinación por el lujo; Hollande se presenta como un presidente normal, de modales suaves y carácter calmado. El talón de Aquiles del mandatario francés es la poca simpatía que despiertan sus formas entre una ciudadanía más bien discreta. La del socialista, su falta de experiencia gubernamental.

Según las últimas encuestas de opinión, Hollande ganaría con un 30% de los votos en la primera vuelta y con el 57,5%, en la segunda. Mientras, Sarkozy obtendría un 25% en la primera vuelta y el 42,5% en la segunda. Consciente también del impulso de la extrema derecha, liderada por Marine Le Pen, a quien los sondeos otorgan el 17,5% de los votos en la primera vuelta, Sarkozy ha dado un importante giro hacia la derecha en su discurso en busca de votos.

En una entrevista en Le Figaro Magazine, el presidente adelantó el pasado fin de semana las grandes líneas de su campaña: oposición al derecho de voto de los extranjeros en las elecciones municipales así como al matrimonio entre personas del mismo sexo y una reforma de las políticas activas de empleo y las subvenciones a los desempleados, que someterá a referéndum. El lema de Sarkozy será: “Trabajo, responsabilidad, autoridad”. El de Hollande: “Justicia, igualdad, crecimiento y apuesta por la juventud”. A más de dos meses para que se celebre la primera vuelta de las presidenciales, la campaña electoral se encuentra ya en plena ebullición – el mandatario inauguró ayer en París su cuartel general de campaña – . He aquí las principales propuestas electorales de los candidatos Sarkozy y Hollande para esta cita con las urnas.

Economía y finanzas

Cuando Nicolas Sarkozy llegó a la presidencia, la economía francesa crecía al 2,1% y la tasa de paro se situaba en un 8%. Casi cinco años después, la previsión de crecimiento es del 0,5%, mientras que el desempleo ha subido al 9,3% y alcanza a 2,8 millones de personas en la Francia continental. Además, el mandatario ha sido duramente criticado por el aumento del déficit fiscal. En su programa electoral, Hollande promete “enderezar las finanzas públicas” y reducir al 3% el déficit público el próximo año.

Hollande plantea romper con la política fiscal de Sarkozy, a quien acusa de haber favorecido a los más ricos. Así, el candidato socialista apuesta por elevar el tipo máximo del impuesto sobre la renta desde el 41% actual al 45% para quienes ganan más de 150.000 euros al año, y suprimir gran parte de las exenciones fiscales a los grandes patrimonios y empresas.

“Reformaré las deducciones fiscales y los nichos fiscales concedidos desde hace diez años a los hogares más ricos y a las grandes empresas. Esta reforma permitirá recaudar 29.000 millones de euros en ingresos adicionales”, subraya el candidato socialista en su programa 60 compromisos por Francia. “Haré contribuir a las mayores fortunas de los franceses al esfuerzo nacional”, asegura.

Asimismo, propone tres tasas impositivas diferentes sobre las sociedades: 35% para las grandes, 30% para las pymes y el 15% para las más pequeñas. Además, Hollande propone una reforma financiera, que obligará a los bancos a separar sus actividades de banca tradicional de sus operaciones especulativas, les impedirá tener actividades en paraísos fiscales, prohibirá productos financieros tóxicos “que enriquecen a los especuladores y amenazan la economía” y aumentará un 15% la tasa que grava los beneficios de las entidades financieras.

Mientras, entre las últimas medidas anunciadas por Sarkozy figura el aumento del IVA en 1,6 puntos a partir de octubre con el objetivo de reducir las cargas que pagan las empresas francesas a la Seguridad Social y conseguir que sean más competitivas. Así, el mandatario pretende exonerar de las cotizaciones sociales a las empresas de más de 250 trabajadores. El coste ascendería a 13.000 millones de euros, que sería compensado con la subida del IVA del 19,6% actual al 21,2%. El mandatario francés también confirmó la creación de una tasa a las transacciones financieras de 0,1%. Sarkozy explicó esta decisión por la manera “loca, desregulada” que han tenido las finanzas en los últimos tres años y la necesidad de que “participen en el reembolso de los déficit”.

Empresas, empleo y derechos laborales

Entre el paquete de cambios, el mandatario francés incluyó una polémica derogación efectiva de la semana laboral de 35 horas, mediante un “contrato de competitividad” que permita a los empresarios adaptarse a las necesidades del mercado. Además, Sarkozy quiere convocar un referéndum sobre la cobertura del desempleo, que obligaría a los parados de larga duración a elegir entre un plan de formación y cualquier trabajo que se les ofrezca. Sarkozy describió este proyecto como “una revolución”. En la entrevista con Le Figaro Magazine, el mandatario galo explicó que “cualquier persona desempleada y sin perspectivas de volver a trabajar tendrá que elegir la formación profesional (…) Después de esta formación, los desempleados estarán obligados a aceptar la primera oferta de empleo correspondiente a la ocupación para la que ha sido recientemente formada”.

Por su parte, Hollande apuesta por la creación de 150.000 empleos de futuro para facilitar la integración de los jóvenes en el mercado laboral y el trabajo en las asociaciones, sobre todo en los barrios pobres; un contrato generacional, es decir, ayudas a las empresas que contraten de forma fija a jóvenes que serán asistidos por veteranos hasta jubilarse; y por un aumento de las cotizaciones de desempleo a las empresas que abusen de los trabajos precarios.

Asimismo, promete crear 60.000 puestos de trabajo suplementarios en educación en los próximos cinco años y otros 1.000 al año en la policía, la justicia y la gendarmería. Además, el candidato socialista propone que aquellos que hayan cotizado el máximo de anualidades puedan jubilarse a los 60 años. Tanto Sarkozy como Hollande abogan por incentivar el trabajo entre los jóvenes y apoyar a las pymes así como a las empresas nacionales o que inviertan en Francia.

Derechos sociales

El de los derechos sociales es quizá el capítulo en el que más difieran los candidatos a la presidencia. Mientras que el socialista Hollande defiende el matrimonio entre personas del mismo sexo o el derecho a voto en las elecciones municipales a los extranjeros que residan legalmente en el país desde hace cinco años, Sarkozy se opone frontalmente a ello, así como a la eutanasia. “Propondré que toda persona en fase avanzada o terminal de una enfermedad incurable, que le provoque un sufrimiento insoportable físico o psíquico, y que no pueda ser apaciguado, pueda pedir, en condiciones precisas y estrictas, gozar de una asistencia médica para acabar su vida con dignidad”, señala Hollande.

Además, el mandatario francés propone un segundo referéndum sobre los derechos de las personas extranjeras. Sarkozy quiere limitar el derecho de asilo y que sea la justicia administrativa y no la penal la que se ocupe de la inmigración para agilizar y facilitar así las expulsiones de los indocumentados. Sin embargo, el mandatario francés aún no ha aclarado si preguntaría a los franceses por ese cambio o solo por el derecho al voto de los extranjeros en las elecciones locales.

Para la oposición socialista, este discurso de Sarkozy responde a querer “quitarle una parte de los electores” al Frente Nacional de Le Pen. El máximo exponente del discurso más derechista en el Gobierno de Sarkozy lo encarna el ministro del Interior, Claude Guéant, protagonista de la frase: “Todas las civilizaciones no son iguales”, que ha levantado recientemente una gran polémica en Francia. Guéant ya manifestó en el pasado: “Los franceses, con tanta inmigración incontrolada, tienen a veces la sensación de que ya no se encuentran en casa, de ver prácticas que se imponen a ellos y que no corresponden a las reglas de nuestra vida social”.

Visión de Europa

“Las próximas elecciones en Francia no solo son decisivas para el país, sino para la resolución exitosa de los problemas comunes de Europa”. Con estas palabras resumía el número dos de Angela Merkel, Herman Grohe, la importancia de la cita electoral francesa para Alemania. Merkel, quien ha apoyado públicamente la reelección de Sarkozy, teme que se resienta la alianza franco – alemana con una victoria de Hollande, que ha afirmado, por ejemplo, que no ratificará el nuevo tratado fiscal si no incluye una mención explícita al crecimiento y ha abogado por que la toma de decisiones vuelva a recuperar el espíritu comunitario. Además, el candidato socialista apuesta por la creación de eurobonos. Por su parte, Sarkozy ofrece una Francia aliada y convergente con Alemania.

l Reforma fiscal. El programa socialista critica los beneficios fiscales otorgados por Sarkozy a los más acaudalados y apuesta por subir los impuestos a los más ricos. Hollande prevé recaudar 29.000 millones de euros en cinco años.

l Reforma financiera. Hollande quiere obligar a los bancos a separar sus actividades tradicionales de sus operaciones especulativas, impedirles tener actividades en paraísos fiscales, prohibir productos financieros tóxicos y aumentar un 15% la tasa que grava los beneficios de las entidades financieras. Además propone una tasa a las transacciones financieras, en coincidencia con una de las últimas medidas de Sarkozy.

l Empresas. Promete preservar el estatuto público de las grandes empresas estatales, crear un banco público e introducir un nuevo dispositivo de ahorro para financiar a las pequeñas y medianas empresas.

l Trabajo. Creación de 150.000 empleos de futuro para facilitar la integración de los jóvenes en el mercado laboral y el trabajo en las asociaciones. Además, propone un contrato generacional.

l Temas sociales. Está a favor del matrimonio entre personal del mismo sexo, al derecho al voto de los extranjeros en las elecciones municipales y asistencia médica para el fin de vida con condiciones precisas y estrictas.

Política exterior. Retirada inmediata de las tropas de Afganistán.

Subida del IVA. En su último anuncio sobre medidas económicas, el mandatario anunció una subida del IVA de 1,6 puntos a partir de octubre para reducir las cargas que pagan las empresas a la Seguridad Social y conseguir que sean más competitivas.

35 horas. Desde que llegó a la presidencia, Sarkozy trató de eliminar la jornada laboral de 35 horas semanales. Ahora, ha anunciado un contrato de competitividad que permita a los empresarios adaptarse a las necesidades del mercado.

Transacciones financieras. El mandatario también anunció la creación de una tasa del 0,1% para todas las transacciones financieras a partir de agosto.

Referéndum sobre la cobertura de desempleo. Quiere obligar a los parados de larga duración a elegir entre un plan de formación y cualquier trabajo que se les ofrezca.

Temas sociales. Se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo así como a la eutanasia y al voto de los extranjeros en las elecciones municipales. Además, quiere limitar el derecho de asilo y que sea la justicia administrativa la que se ocupe de la inmigración para agilizar las expulsiones.

Política exterior. Sarkozy ofrece una Francia aliada y convergente con Alemania. Ha adelantado a 2013 su plan retirar las tropas francesas en Afganistán.

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