El Tribunal Supremo (TS) ha ratificado las condenas a los gobernantes del cayuco que llegó a La Gomera en 2008 con cuatro cadáveres a bordo. En una sentencia del pasado 23 de enero, el TS rechazó el recurso de casación interpuesto por la defensa de tres de los responsables de la tragedia y confirmó así la pena de ocho años, seis meses y un día de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y cinco delitos de homicidio imprudente.

Fue en marzo de 2011 cuando la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, después de que el Juzgado de Primera Instancia de San Sebastián de La Gomera se encargase de la instrucción del sumario, condenó a los cuatro inmigrantes que condujeron la embarcación a las costas de la isla colombina. El cayuco había arribado el 11 de julio de 2008 con cuatro de sus 59 pasajeros muertos y varios desnutridos y con hipotermia. Apenas horas después, fallecía una quinta persona. Las fotografías del lamentable estado de los viajeros quienes habían partido de Mauritania seis días antes dieron la vuelta al mundo. La fiscalía llegó a pedir 67 años de cárcel para cada uno de los gobernantes del barco, quienes habían acordado con los promotores de la travesía que no embarcaron que serían ellos los que guiarían el cayuco, tal como consta en la sentencia del Alto Tribunal, a la que ha tenido acceso este diario. Pese a la solicitud de la fiscal, la Audiencia Provincial estableció un castigo de seis años y un día de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y otro de dos años y seis meses por cinco homicidios imprudentes. Los cuatro procesados están en la cárcel desde el 16 de julio de 2008, es decir, desde cinco días después de su llegada a La Gomera.

Las defensas de tres de ellos interpusieron recursos de casación por una pretendida vulneración del derecho a la presunción de inocencia y por una indebida, y también supuesta, aplicación de las «normas sustantivas a los hechos declarados como probados». Sin embargo, el Supremo no estuvo de acuerdo con ninguno de los motivos del recurso, el cual finalmente rechazó.

El texto del pronunciamiento del TS detalla que no solo fallecieron a consecuencia de la dureza de la travesía y de la falta de alimentos y agua las susodichas personas. Además de estos cinco varones de entre 20 y 30 años y naturales de Guinea Conakry y Malí, murieron un número indeterminado de pasajeros todos de origen subsahariano cuyos cadáveres fueron arrojados al mar durante el trágico viaje.