Bilbao. Miembros de diferentes brigadas de la Policía Nacional desarticularon el pasado martes una red de tráfico de personas que operaba en Bilbao. Para ello, detuvieron en Donostia a dos hombres que formaban parte de una red de trata de mujeres a las que después obligaban a dedicarse a la prostitución en la capital vizcaina. Los detenidos, de origen nigeriano, captaban mujeres de su misma nacionalidad a las que coaccionaban, amenazaban y extorsionaban con fines de explotación sexual. Engañaban a sus víctimas prometiendo un empleo a su llegada al Estado.

Sin embargo, la realidad era bien distinta. Sus paisanos les exigían 45.000 euros para introducirlas en el país. Una vez aquí, les retiraban el pasaporte y mediante amenazas de muerte que hacían extensivas a sus familiares, las mantenía retenidas obligándolas a prostituirse hasta que saldaran su deuda.

La investigación se inició cuando la Brigada Provincial de Extranjería de Donostia tuvo conocimiento de que dos mujeres , de origen nigeriano, habían denunciado que estaban siendo extorsionadas, mediante amenazas y coacciones, por parte de otro ciudadano de ese país africano. Se inició entonces una investigación que permitió identificar a los autores de tales amenazas y su posterior detención.

Como consecuencia de esta labor, el pasado martes y previa autorización judicial, los agentes procedieron a la entrada y registro de los domicilios usados por los dos miembros de la red de trata de seres humanos que fueron detenidos.

Asimismo, en el interior de uno de los inmuebles, los agentes localizaron a una ciudadana nigeriana que se encontraba retenida.

Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción numero 1 de Donostia.

SOS Racismo Por otra parte, SOS Racismo denunció ayer la detención en Bilbao y el internamiento en el centro para extranjeros de Madrid de un ciudadano saharaui, militante de la asociación. El joven, que reside en Bilbao desde 2009, fue “interceptado” el pasado martes por una patrulla de paisano de la Policía Nacional que realizaba un control selectivo en Zabalburu por donde el joven pasaba “para acudir a un centro de formación”.

Según la ONG, “permaneció detenido durante dos días y se le negó el derecho a comunicar su detención a un conocido así como a ser asistido por abogado de su confianza”. SOS Racismo asegura que el joven saharaui “carece de antecedentes penales y ha colaborado con distintas asociaciones”. Y añaden: “En octubre de 2009, poco después de entrar en el Estado, le fue retirado el pasaporte, aunque lo ha solicitado, Argelia no se lo concede”.