Resquicios legales impiden un mayor control de la prostitución en la CV-91

Las Provincias, F. AMAT |, 09-02-2012

Las prostitutas que prestan sus servicios a diario en algunas de las rotondas de la CV – 91 aprovechan los recovecos legales para ejercer con impunidad su oficio. Junto a la carretera autonómica operan a diario sin que los Ayuntamientos de Daya Vieja y Formentera del Segura puedan hacer nada por evitarlo. Los cuerpos de Policía Local de ambos municipios no pueden controlar esta situación desde hace años, pese a que los agentes identifican, y hasta sancionan, a las prostitutas que trabajan en la zona. El vacío legal les ampara y ninguna multa de las que se han tramitado por Suma ha llegado a cobrarse.

Un grupo de nueve prostitutas se ofrecen a los cientos de conductores que pasan entre las rotondas de ambas localidades. Un enclave peculiar que supone el punto de partida hacia otros municipios como Rojales o Benijófar. Formentera ya ha aprobado una ordenanza municipal de convivencia ciudadana en espacio público, como hizo Daya Vieja con anterioridad, aunque sin obtener resultado.

Ambas localidades carecen de cuerpos de seguridad con efectivos suficientes para hacer un control exhaustivo, por lo que «nos tienen estudiados y saben a qué hora realizamos cada patrulla», aseguró un agente. Este grupo de mujeres de origen rumano, según la policía dayense, campa a sus anachas en las rotondas contiguas a la CV – 91. Al deambular entre tres términos municipales, con solo andar unos metros, las infractoras de las ordenanzas municipales evitan que les sancionen, al poner los pies en otro término colindante.

Como afirma el jefe de la Policía Local de Daya Vieja, José Luis Andreu, «ya hemos puesto varios boletines sancionadores, pero desde Suma, que es el órgano encargado de cobrar las multas, dicen que es imposible encontrar el paradero de las sancionadas». Por tanto, los agentes municipales realizan una labor que choca de frente con las leyes estatales, puesto que «cuando se busca a una persona en su domicilio habitual nunca se encuentra». El permiso de residencia está en regla al pertenecer todas las identificadas a la Unión Europea, por ello critican que «hasta que no se reforme la legislación estatal no podemos hacer más».

Cuando el Ayuntamiento de Daya Vieja puso en marcha la ordenanza de convivencia ciudadana la Policía Local advirtió a los potenciales clientes de las prostitutas que contratarlas es motivo de sanción, aunque la picaresca no tardó en aparecer y las avispadas meretrices abandonan los vehículos de sus clientes en el término municipal de Rojales.

El jefe policial dayense explica que «están en nuestro término, pero junto a una carretera que es competencia de la Generalitat», y añade que «lo peor es que se han producido varias colisiones porque entorpecen el tráfico y varios coches han chocado por frenar de golpe» y también reclaman la intervención de la Guardia Civil, pero para más impunidad cada una de las localidades pertenece al mando de un cuartel distinto: Daya Vieja se encuentra adscrita a Dolores y Formentera al de Almoradí.

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