La Primavera Árabe trae más inmigrantes
El Mundo, , 03-02-2012De forma leve, pero se ha invertido la tendencia. Desde 2006, el número de inmigrantes que llegaban a las costas españolas iba en claro descenso. Sin embargo, en 2011, según los datos facilitados ayer por el secretario de Estado para la Seguridad, Ignacio Ulloa, se ha producido un repunte. Y, lo que quizá sea más preocupante, los especialistas de Interior no son nada optimistas y temen que esta tendencia se acentúe en los próximos meses.
Los responsables de Interior lo atribuyen principalmente a que España sigue siendo uno de los destinos europeos más apetecibles para la inmigración ilegal que procede del norte de África y la zona de Sahel. Sin embargo, consideran que la razón principal de este cambio de tendencia son las consecuencias de la llamada Primavera Árabe.
Este nombre hace referencia a las revueltas que se han dado en países como Túnez, Libia o Egipto, donde han sido depuestos sus anteriores regímenes autoritarios. Según el secretario de Estado, la inestabilidad en estos países se ha trasladado también a España, aunque han sido otras naciones europeas las que han recibido a un mayor número de personas.
No obstante, desde Interior aclararon que el incremento es leve, muy leve. De hecho, según las estadísticas facilitadas por Interior, en 2010 llegaron a España 3.632 inmigrantes, frente a los 5.443 del pasado año. Recuerdan que, en 2006, el llamado año de la crisis de los cayucos, España recibió casi 40.000 inmigrantes indocumentados.
Al año siguiente, 2007, la cifra ya descendió hasta los 18.056. Desde entonces, y hasta el año pasado, el descenso fue continuo.
Durante la presentación del balance de la lucha contra la inmigración ilegal en 2011, el secretario de Estado de Seguridad explicó que España «sigue siendo un lugar deseado y un destino apetecible para los extranjeros que quieren mejorar su calidad de vida».
En el desglose de los datos se detalla que por medio de embarcaciones, y a través de Canarias, entraron 340 inmigrantes (144 más que en 2010), mientras que el resto (5.103) lo hizo por la Península y Baleares (1.667 más que en 2010).
Además, se registraron 11.358 expulsiones, de las que el 80% fueron de personas con antecedentes policiales o judiciales, un 11% más que en 2010. Respecto a las repatriaciones, se produjeron 629 más, pasando de 30.163 en 2010 a 30.792 en 2011.
Las personas rechazadas en los puestos fronterizos fueron 11.092 un 17% por encima del año anterior, y los extranjeros interceptados y devueltos a su país cruzando las fronteras entre España-Francia y España-Portugal, 1.278, un 34% menos.
El responsable de Interior consideró que el «modelo de gestión» de la inmigración ilegal sigue siendo un éxito, por lo que señaló que continuará con el control migratorio de los flujos, los acuerdos con los países de origen y la política de repatriaciones, sobre todo de personas con antecedentes policiales o judiciales.
Por su parte, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, explicó que ante el aumento de la llegada de inmigrantes a través de Ceuta y Melilla 1.778 más que en 2010, su departamento estará «atento», aunque consideró que estas ciudades cuentan ya con una dotación «muy importante» de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y está previsto que reciban apoyo de unidades especializadas en los momentos en que se produzca una mayor presión migratoria.
Los CIE también son otra de las preocupaciones de Interior. El ministerio tiene previsto reformar su funcionamiento y dedicar a la Policía únicamente a la vigilancia de los recintos.
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