«Ningún republicano ganará sin el 40 por ciento del voto hispano»
«George W. Bush demostró que el voto hispano puede ser republicano», afirma Antonio Aguilar, asesor de Newt Gingrich en inmigración
ABC, , 31-01-2012
Las primarias de hoy en Florida, estado con fuerte presencia hispana, ha puesto la inmigración en el centro del debate. Newt Gingrich es el único candidato dispuesto a proceder a una regulación entre los once millones de indocumentados que existen en Estados Unidos. Su postura ha obligado a Mitt Romney a aceptar algunos supuestos mínimos de legalización.
En Florida, con alto paro, parece primar más el discurso económico de Romney, pero para el resto de primarias y las presidenciales hay que saber que «ningún candidato republicano puede llegar a la Casa Blanca sin al menos el 40 por ciento del voto hispano», advierte Alfonso Aguilar, asesor de Gingrich en inmigración. Nacido en Puerto Rico y criado en Florida, Aguilar fue director de Ciudadanía con George Bush y dirige «Latino Partnership for Conservative Principles».
- ¿Por qué los hispanos votan más a los demócratas?
- Históricamente fueron los demócratas quienes primero buscaron ese voto. Fue la campaña del «¡Viva Kennedy!» enmarcada en el movimiento de derechos civiles. Los republicanos no aprendieron la lección hasta Reagan, quien logró el 35 por ciento del voto latino. En 2004, George Bush elevó el listón al 44 por ciento. Su prometida y consensuada reforma migratoria se vio retrasada por el 11 – S y cuando finalmente fue abordada en el Congreso algunos grupos restriccionistas aprovecharon la histeria antiterrorista para hacer descarrillar el proyecto. Eso hizo que McCain lograra solo el 31 por ciento del voto hispano. Hoy quien no está cumpliendo sus promesas inmigratorias es Obama y nosotros estamos en condiciones de obtener ese apoyo latino.
- ¿Cómo ganarse ese apoyo?
- El hispano es independiente y familiar, lo que debería propiciar el voto al Partido Republicano. Al mismo tiempo, Gingrich ha tenido la valentía de decir que la inmigración es parte del paradigma del libre mercado. Y si otro principio conservador son los valores familiares, ¿cómo vamos a romper familias de padres que entraron ilegalmente pero cuyos hijos nacieron aquí hace tiempo? Todo candidato ha de saber que un republicano no puede llegar a la Casa Blanca sin al menos el 40 por ciento del voto hispano.
- ¿Cuál es la propuesta de Gingrich?
- En su política primero hay la constatación de un problema de violencia e inseguridad fronterizo, por eso lo inmediato sería construir una muralla en parte de la frontera y reforzar su vigilancia. Cuando en 2014 ya esté asegurada, entonces empezarían dos cosas. Una sería la legalización de las personas que ya llevan varias décadas aquí, si pagan una penalización. No se les daría paso a la ciudadanía, sino que se les haría residentes legales. La otra sería la creación de un programa de trabajadores temporales que esté basado en la demanda del mercado laboral.
- Lo de fortificar la frontera suena algo duro.
- El primero en poner verjas fue Clinton. Lo que tenemos que hacer es que eso funcione. Construir una verja a lo largo de toda la frontera es innecesario y no es práctico, pero sí conviene en lugares estratégicos. En Arizona no la hay, y Phoenix se ha convertido en capital de secuestros en EE.UU. Con las medidas que impulsó Bush y luego ha seguido Obama, el número anual de entradas ilegales ha bajado de 800.000 a 300.000, pero esta Administración no toma todas las medidas necesarias. Si lo hicera la cifra podría bajar a menos de 100.000.
- Entre los republicanos prima el discurso restriccionista del Tea Party.
- No es verdad que las bases republicanas estén en contra de la inmigración. Tampoco lo está el Tea Party, aunque sí algunos de sus dirigentes. Una amplia encuesta que encargamos reveló una gran aceptación de la inmigración con tal de que se garantice la seguridad de la frontera. Una vez confirmada ésta, defendida por el 90 por ciento de los encuestados, el 56 por ciento de los republicanos estaba de acuerdo en proceder a una legalización, e incluso el 52 por ciento aceptaba la expresión «amnistía». Eso quiere decir que no se pierden votos si tienes una política equilibrada.
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