La ciudad de alicante ha sido en los últimos 20 años una de las que más ha multiplicado su porcentaje de población extranjera, en buena medida atraída por el ‘boom’ del turismo y de la construcción y la bonanza económica vinculada a los mismos. El incremento de la población extranjera ha sido espectacular, pero se ha ralentizado desde que comenzó la crisis y ha llegado a estancarse.

De 1997 a 2009, no hubo ni un solo año en que el número de extranjeros afincados en la ciudad descendiese, sin embargo, en 2010 ya se produjo un mínimo retroceso de apenas un 0,5%, y en 2011 bajó un 0,7% más .

Atrás quedan años, como los comprendidos entre 2001 y 2005, en los que el incremento de la inmigración superaba el 20% anual, lo que hizo que la población foránea se sextuplicase, con su punto máximo en 2002, en el que casi llegó a duplicarse respecto al año anterior, pasando de los 9.325 extranjeros censados a los 17.021 (un 82,5% más).

Desde 2006, la tendencia ha sido la ralentización de la llegada de extranjeros a la ciudad, al menos de los censados. Así, este año apenas creció esta población un 0,2%, al que se sumaron un 14,3%, un 12,5% y un 5,8% de incremento en los tres años siguientes, hasta que en 2010 descendió un 0,5% y en 2011 un 0,7% más.

En cualquier caso, los 51.000 residentes procedentes de otros países suponen un 15% de la población total, que es de 334.329 ciudadanos. Mientras que en 1997 representaban el 1,5%.