Gingrich y Romney se disputan el voto hispano en Florida

Ambos candidatos aparecen empatados en las encuestas de las próximas primarias

ABC, EMILI J. BLASCOCORRESPONSAL EN WASHINGTON, 27-01-2012

«Patria o muerte, venceremos». Al grito de Castro, en un anuncio de televisión pagado por Newt Gingrich, sigue otra voz en off de un cubano de Miami: «Asombrosamente esta frase también fue usada por Mitt Romney, el candidato más antiinmigrante». Gingrich ha retirado el «spot» electoral, a petición del joven senador Marco Rubio, el valor más en alza entre los hispanos, que está haciendo esfuerzos por ser neutral en las primarias del próximo martes en Florida. Pero la intervención de Rubio, que está en las quinielas como posible candidato a vicepresidente, no ha traído la paz entre dos bandos en busca desesperada del voto hispano.



En Florida hay 1,5 millones de personas de origen hispano, el 13,4% de la población. El grupo mayoritario, un 32%, son los cubanos; siguen los puertorriqueños. Tanto los primeros, por asilados, como los segundos son residentes de EE.UU., por lo que entre ellos las políticas de inmigración no son lo prioritario. Para ellos prima la economía, pues Florida tiene un paro del 9,9%, frente a la media nacional del 8,5%.


Lo que explica que en este estado Romney, con experiencia empresarial, vaya por delante (35% del voto latino) de Gingrich (21%), cuando ambos aparecen empatados en el cómputo general en las últimas encuestas (ahora con ligera ventaja de Romney). Pero Gingrich, con sus credenciales conservadoras, puede ganar espacio en la comunidad cubana, entre la que el Tea Party tiene una gran fuerza. Con todo, la cuestión inmigratoria interesa. El 67% de los votantes hispanos en Florida consideran que los indocumentados deben recibir la ciudadanía.


El voto hispano es el gran reto de los republicanos en las presidenciales de 2012. «Tradicionalmente más proclive a los demócratas, ese voto llegó a ser del 44% en apoyo a Bush en 2004. Luego volvió a bajar, y Obama capturó el 67%, frente al 31% de McCain», recuerda Alfonso Aguilar, de Latino Partnership. «Gingrich es el más abierto a la inmigración, y ahora parece que Romney comienza a abrir también un poco la mano», según Aguilar.


Todos los candidatos republicanos han tenido un lenguaje duro sobre la necesidad de mejorar el control de la frontera con México. La diferencia entre ellos radica en qué hacer con los once millones de inmigrantes ilegales. Gingrich propone algún tipo de transición hacia la residencia, sin concesión de ciudadanía, mientras que Romney y Santorum quieren que todos se vayan y que, en todo caso, desde fuera intenten entrar de nuevo legalmente.

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