El malestar entre algunas entidades latinas por la cancelación de la rúa central de Carnaval en el Paral·lel, anunciada el pasado miércoles por el alcalde Xavier Trias a solo tres semanas de su celebración, va en aumento. Algunas, desde entonces, buscan a contrarreloj poder participar en los desfiles que se llevarán a cabo en todos los distritos, mientras otras han desistido y ya ponen sus miras en localidades vecinas, como Sabadell. Desde el consistorio, no obstante, el comisionado de Participación Ciudadana, Carles Agustí, garantiza que todas las que quieran podrán participar con sus comparsas en un barrio u otro, a la par que las invita a sumarse al nuevo modelo de celebración por el que apuesta el municipio a partir de este año, cuando recuperará actividades históricas y retomará viejas tradiciones como el baile de máscaras, la llegada del rey Carnaval y el entierro de la sardina.

Este cambio de tercio se ha sentido como «excluyente» en algunas comunidades de inmigrantes , que habían ido ganando protagonismo en los últimos años en la fiesta. El representante de la Federación de Entidades Peruanas en Catalunya, Ernesto Carrión, ve positivo que ciudadanos de todas las nacionalidades se sumen a las propuestas locales, pero insiste en que lo suyo también es tradición y representa a cerca del 18% de la población de la ciudad. Por eso, explicó ayer, si el consistorio el próximo año no organiza una rúa central (como es de prever) serán ellos quienes lo hagan.

«Es una lástima, porque nosotros queremos convivir, no coexistir, y también somos cultura popular catalana. Esperamos que al final se nos tome en cuenta. Si no tenemos otra opción, intentaremos organizar una gran rúa latina el año que viene, ya que disponemos de los recursos para ello», aseguró ayer Carrión. Una opción, explicó, que se planteó este fin de semana después de que la Federación de Entidades Bolivianas en Catalunya, que celebra tradicionalmente su propio Carnaval en el parque de la Estación del Norte, invitara a participar junto a las suyas por primera vez a comparsas de Ecuador, Perú y Colombia, las comunidades latinas más numerosas de la ciudad y protagonistas, durante los últimos años, de cerca de la mitad de las entidades de la rúa de Barcelona, que el año pasado acogió a unas 50.

PLAZA GARANTIZADA / Por contra, por parte del consistorio Agustí insistió en que el nuevo modelo de Carnaval «es integrador, no sustitutivo» y se comprometió a que el ayuntamiento colaborará para que todas obtengan una plaza, aunque reconoció que algunas podrían ver limitado su volumen (hay comparsas de cerca de 200 personas) en función del barrio y el recorrido al que acaben optando. Un compromiso, sin embargo, del que recelan tanto Carrión como el boliviano Edison Gamboa, presidente de la fraternidad Fanáticos del Folklore de Barcelona, que el pasado año se llevó el segundo premio en la rúa central del Paral·lel. Ambos coinciden en que «es imposible» que haya cabida para todas, lo que ya ha llevado a alguna entidad a buscar plaza en localidades vecinas, como Sabadell, que celebra su gran rúa el domingo 19 de febrero, un día después de las de Barcelona.

Asimismo, las asociaciones que además de a la rúa central se apuntaron con tiempo a la de Sants, la más concurrida, también lamentan que el poco margen con el que han conocido la noticia les obliga a realizar cambios de última hora, pese a que algunas agrupaciones, las más participativas y activas en reuniones municipales, ya tenían constancia desde noviembre del cambio de modelo propuesto por el gobierno de Trias. «Tenemos un sabor muy amargo porque ya llevamos muchos meses preparándolo y ahora nos afecta en las coreografías. Nuestro baile era muy lento y tendremos que acelerarlo», explica Gamboa, cuya agrupación, compuesta por cerca de 200 personas más 20 músicos, deberá ajustarse al recorrido del barrio de Sants, más corto que el de la avenida del Paral·lel y con la mitad de duración, ya que será de una hora.

Respecto a algunas pérdidas económicas debidas, según las entidades, a prepagos ya realizados por el alquiler de equipos de música o furgonetas, el comisionado de Participación abrió ayer la puerta a «llevar a cabo una atención individualizada» y «valorar» esos agravios, aunque no aseguró que el consistorio las asuma. Algunas de estas partidas contaban con las subvenciones que algunas entidades recibían por participar en la rúa central, que oscilaban entre 1.000 y 2.000 euros y que suponían un desembolso para el consistorio de 25.000 euros.