El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol (PP), mostró ayer su enojo tras una visita sorpresa del Síndic de Greuges, Rafael Ribó, y cuatro de sus colaboradores a las instalaciones de la Guardia Urbana, donde se interesó por los calabozos, pidió hablar con un detenido y revisó los libros de registros e incidencias. En un comunicado hecho público por el consistorio, el alcalde tachó de «lamentable» la actitud del Síndic de Greuges y aseguró que «por cortesía institucional» debió anunciar su visita al ayuntamiento y al Defensor de la Ciudadanía de Badalona.

García Albiol resaltó que la visita sorpresa de Ribó se produjera tras la operación conjunta de la guardias urbanas de Badalona y Sant Adrià, los Mossos y la Policía Nacional por presuntas infracciones de la ley de extranjería en el barrio fronterizo de Artigues, de la que informó ayer este diario y que se saldó con siete detenciones. «La Guardia Urbana de Badalona no se dedica a hacer detenciones indiscriminadas ni a torturar a nadie», zanjó el alcalde.