Washington. La oposición del aspirante presidencial republicano Mitt Romney al Dream Act – para legalizar a estudiantes indocumentados – ha aumentado el rechazo entre activistas de la comunidad latina así como las advertencias de estos sobre su impacto en las urnas. Romney, que se perfila como el favorito de los seis candidatos republicanos para conseguir la candidatura presidencial de su partido, defendió el miércoles su promesa de vetar la iniciativa, que calificó de “limosna”, si gana en noviembre y el Congreso la aprueba.

El Dream Act, que podría beneficiar hasta a 2,1 millones de jóvenes, permitiría la legalización de estudiantes indocumentados que entraron en Estados Unidos antes de los 16 años, y completen al menos dos años de universidad o se inscriban en las Fuerzas Armadas, entre otros requisitos. Durante una conferencia telefónica organizada por America’s Voice, activistas pro – reforma advirtieron a Romney y los demás aspirantes republicanos que si para congraciarse con la base conservadora de su partido continúan vilipendiando a los inmigrantes lo pagarán en las urnas en noviembre.

“Convertir en chivos expiatorios a los inmigrantes es una apuesta política que lleva a la derrota… los políticos que no escuchan y no les importa van a ver cómo pierden elección tras elección, tan simple como eso”, dijo Eliseo Medina, tesorero del Sindicato Internacional de Trabajadores de Servicio (SEIU, en inglés). “Romney y su Partido Republicano no le están hablando a los latinos. Solo hablan de ellos para sumar puntos políticos”, afirmó. Medina recordó que el voto hispano ha aumentado en número e importancia en los últimos años; así, en 2004, los votantes hispanos totalizaron 7,5 millones, cifra que subió a diez millones en 2008. Se prevé que este año el voto hispano ronde el 11% del electorado y será clave en estados como California, Nevada, Arizona, Colorado y Florida.