El Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha concedido en los últimos siete años tarjetas individuales sanitarias a casi 100.000 inmigrantes empadronados en Euskadi. Algo más de la mitad de los beneficiarios son extranjeros inactivos que no cotizan a la Seguridad Social, según el Departamento de Sanidad.

El consejero Rafael Bengoa facilitó esta información al parlamentario vasco del PP Carmelo Barrio, que quería conocer el «impacto» de la inmigración en la demanda de la red de centros y hospitales públicos. Osakidetza concedió en el periodo 2005 – 2011 un total de 95.294 tarjetas sanitarias a personas extranjeras inscritas en los municipios del País Vasco: 51.322 tarjetas fueron expedidas a extranjeros residentes en el territorio de Bizkaia; 28.418 tuvieron como beneficiarios a residentes de Gipuzkoa; y 15.554, a empadronados en Álava.

Algo más de la mitad de los beneficiarios, un total de 48.944, son extranjeros que no trabajan y, por tanto, no cotizan a la Seguridad Social. El resto, 46.350 personas con tarjeta individual sanitaria, tiene un puesto de trabajo.