MIGUEL CABRERA/ Almería
Más de 2.600 inmigrantes en situación
irregular han sido interceptados
en 101 embarcaciones y 38 traficantes
han sido detenidos en el
transcurso de la operación Indalo,
dirigida por la Guardia Civil entre
los meses de mayo y diciembre en
aguas de Almería, Granada y Murcia,
y en la que han participado
nueve países, entre ellos España,
que han aportado medios materiales
y humanos.
Los equipos que han participado
en la operación, coordinada por la
Agencia Europea de Fronteras
(frontex), han realizado cerca de
5.500 horas de vigilancia marítima
y 770 aérea. En el dispositivo han
participado nueve aviones de vigilancia,
cinco buques oceánicos,
tres patrulleras de altura, un helicóptero,
varios grupos de expertos
en inteligencia y equipos de investigación.
El objetivo principal del operativo
ha sido coordinar sobre el terreno
los métodos de actuación de
los cuerpos policiales participantes
en el dispositivo para un control
efectivo de las fronteras aéreas
y marítimas del sureste peninsular,
con el fin de evitar el
tráfico ilegal de personas, aunque
también se han llevado a cabo acciones
contra el narcotráfico, la
contaminación marítima y el crimen
transfronterizo.
En relación con el tráfico de
drogas, el dispositivo de vigilancia
marítima y aérea ha permitido detener
a 49 personas e incautar
12.274 kilos de hachís. También se
han incautado dos avionetas, 14
embarcaciones y dos vehículos.
Respecto a los casos de contaminación,
se han detectado siete
casos de vertidos ilegales, procedentes
de buques que vaciaron directamente
en el mar sus depósitos
con residuos de aceites, grasas
y otras sustancias contaminantes,
en lugar de hacerlo en tierra y en
los lugares habilitados para ello.
La Agencia Europea de Fronteras,
con sede en Varsovia, es un
órgano de la Unión Europea cuyo
fin es mejorar la gestión de las
fronteras terrestres y marítimas de
los estados miembros de la Unión.