El Ayuntamiento de Vitoria prosigue con su campaña para evitar el fraude en las ayudas sociales. El servicio municipal de padrón ha detectado desde septiembre la existencia de 463 personas mal empadronadas. Estos ciudadanos figuraban como habitantes de un determinado domicilio, pero los técnicos han confirmado que no viven en él. El Consistorio procederá a darles de baja.

El alcalde, Javier Maroto, explicó ayer que estas irregularidades han salido a la luz cuando su equipo ha ordenado analizar los 6.538 expedientes de baja sin tramitar que el PP se encontró tras llegar a la Alcaldía. El trabajo realizado desde septiembre ha permitido detectar 347 expedientes con situaciones irregulares que han servido para descubrir que 463 personas no residían «donde decían vivir».

Maroto aclaró que no se puede dar por hecho, ni mucho menos, que todos los afectados por la investigación tuvieran la intención de cobrar ayudas de forma irregular. En ese amplio listado habrá «errores» o ciudadanos «que simplemente han cambiado de domicilio». Pero dentro de ese abanico de casos «también nos constan casos de fraude», advirtió en referencia a que algunas personas se apuntan en el padrón municipal con la única intención de acumular la antigüedad suficiente como para pedir ayudas públicas. «No podemos permitir que nadie cobre algo que no le corresponde. Con que haya un solo caso, ya merece la pena actuar», advirtió.

Trabajo pendiente

El alcalde recalcó que los «primeros resultados» de esta campaña servirán para dar de baja a estas 463 personas mal censadas, aunque recordó que los técnicos todavía tienen mucha tarea por delante. En este sentido, precisó que de los 6.538 expedientes sin tramitar detectados se han revisado «menos de la mitad», de modo que quedan al menos otros 3.000 por analizar.

El regidor popular lanzó un mensaje contundente: «ayudas sociales sí, pero para quienes las necesitan. Para los que hacen fraude, tolerancia cero». Se da la circusntancia de que la oposición ha criticado con dureza al PP por dar publicidad a una campaña considerada como «una forma de vincular la inmigración, ayudas y fraude». Quizá por ello, Maroto insistió en su discurso. «Cada prestación que se concede a una persona que defrauda, se deja de pagar a otra que sí le corresponde, sea de donde sea», dijo.

Desde que Maroto llegó a la Alcaldía, el PP ha estrechado la vigilancia del padrón, ya que es la puerta de entrada para quienes desean residir en cualquier ciudad y acceder a alguna de sus prestaciones, como es el caso de las ayudas sociales.

El equipo de gobierno no solo ha revisado los expedientes de baja pendientes de tramitación, sino que también ha enviado una carta a todos los propietarios de una vivienda en la que les informa del número de personas que están empadronadas en dicho domicilio.