La tasa de paro de la población extranjera no comunitaria en la Comunitat alcanzó el 40% en el segundo trimestre del año, la más alta registrada hasta ahora. El informe de la fundación CeiMigra presentado ayer alerta de la necesidad de redefinir prioridades en las política de integración e inmigración, al perderse el empleo como base de la inclusión social.

El estudio señala que los tres grupos más castigados por la crisis económica son las personas jóvenes con o sin hijos a su cargo, las personas con bajos niveles de formación y la personas inmigradas. «Estamos en un ciclo de procesos de empobrecimiento que puede llevar a la exclusión social y de ahí a la marginación», advierte el director general de Inmigración y Cooperación al Desarrollo, Josep Maria Felip.

Una de las partes analizadas en el estudio de CeiMigra es el de la población. Uno de los autores del estudio, Josep Buades, señala que se ha registrado un «descenso significativo de las entradas y un aumento de la emigración», aunque aclara que eso no implica que haya habido una «oleada de retornos». Además, insiste en que la inmigración es «parte de la solución a la crisis».

En la Educación, el informe reclama una «mejor inversión en educación». Y en cuanto a la salud destaca que uno de cada siete usuarios extranjeros registrados en el SIP «está sin cobertura». También alertan de que existe un «alto riesgo de problemas de salud mental en los inmigrantes expuestas a situaciones límite y pide una detección precoz.