Los vecinos de Iztieta cargan contra el Ayuntamiento

"todo lo que pueda suceder será responsabilidad de quienes no han intervenido", dice la asociación gurekin

Diario de noticias de Gipuzkoa, n.g., 19-12-2011

donostia. La asociación vecinal Gurekin del barrio de Iztieta, en Errenteria, volvió a insistir ayer en su hartazgo por la situación de inseguridad que viene denunciando desde hace tiempo y aseguró que, a partir de ahora, “todo lo que pueda suceder” será “de directa y total responsabilidad de aquellos que no han intervenido y han dejado que la situación derive por los cauces actuales”. “Sea por incapacidad, por negligencia o por falta de voluntad”, añadió en un comunicado de prensa.

A su parecer, “hay unos responsables, y en ningún caso son los vecinos que llevan largo tiempo pidiendo que se actúe”. “Luego, que niguno de esos lamente ni condene ningún hecho, ni que acuse a quien no es culpable, que nadie dramatice a posteriori lo que debe regenerar de antemano. La pelota no está ya en nuestro tejado”, apuntó el colectivo.

En la nota, la agrupación mostró su absoluto malestar por el resultado de la reunión mantenida el pasado jueves con el alcalde, Julen Mendoza, y el concejal de Urbanismo, Luisma Diez. En concreto, lamentó que el Consistorio se limitara “a dar noticia de que, hasta ahora, la única medida que se ha llevado a cabo es el control de los horarios de dos locales entre aquellos que resultan conflictivos”. “Y nada más”, censuró.

En opinión de Gurekin, en el debate posterior de la reunión “se llegó a insinuar que los vecinos del barrio, en lugar de ser las víctimas de una situación que nos ha sobrevenido sin que la buscáramos, somos verdugos, quienes acosamos a unos colectivos determinados”. “Dejaron ver que sería conveniente la apertura de unos diálogos con los grupos de inmigrantes para reforzar la convivencia. Como si fuera un problema de integración”, señaló.

“Es una broma diabólica que se favorezca continuamente, que no se les exijan los mismos requisitos que a los demás a la hora de gestionar sus locales, que no respeten la reglamentación, que se les otorguen ayudas y concedan derechos específicos, y al mismo tiempo se acuse a los vecinos que viven y pagan aquí sus impuestos de ser quienes acosan”, subrayó el colectivo.

“Somos los vecinos de Iztieta quienes padecemos una situación de la que ya estamos hartos”, indicó Gurekin, que entiende que “el límite de lo tolerable se ha superado” y que no se ha actuado “sobre las causas del problema”.

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