Roma. Miles de personas participaron ayer en Florencia (centro de Italia) en una manifestación contra el racismo y en recuerdo de Samb Modou y Diop Mour, los dos senegaleses asesinados en la ciudad toscana el pasado martes por un extremista de derecha que después se suicidó. La marcha, organizada por la comunidad senegalesa de la Toscana y a la que se sumaron varios políticos, partió de la plaza Dalmacia, donde fueron asesinados los dos inmigrantes y otra persona resultó herida durante el tiroteo protagonizado por Gianluca Casseri.

Los organizadores del acto invitaron a los participantes a llevar banderas y pancartas, pero pidieron que durante la marcha no hubiera ni música ni se oyeran eslóganes, según los medios de comunicación italianos. “Pedimos una marcha silenciosa, pacífica, no violenta, todos cogidos de la mano, todos contra el odio, por respeto a las gravísimas pérdidas que han golpeado a la comunidad senegalesa”, rezaba la invitación a la manifestación.

Los asistentes portaron fotos de las víctimas, así como pancartas en las que podían leerse lemas contra el racismo y a favor de la paz y la igualdad. Muchos de ellos llevaban también fotos de Malcom X, el legendario activista negro estadounidense asesinado en 1965, y de Jerry Essan Masl, un joven sudafricano que falleció en un tiroteo en Italia hace 22 años y cuya muerte llevó a una reforma en el país sobre la reglamentación para el reconocimiento del estatus de refugiado.

Un extremista El pasado martes Casseri, un contable de 50 años, mató a dos inmigrantes senegaleses e hirió a otros tres durante sendos tiroteos en dos mercados callejeros de Florencia, tras lo cual terminó suicidándose. Casseri era un escritor de ciencia ficción con tendencias depresivas y militaba en el centro cultural de extrema derecha Casa Pound, dedicado al poeta norteamericano Ezra Pound, admirador a su vez de Benito Mussolini

El agresor abrió fuego poco después del mediodía contra un grupo de vendedores ambulantes senegaleses en el mercado de la plaza Dalmacia (norte de Florencia), matando a dos de ellos e hiriendo de gravedad a otro. Después, el asaltante se dirigió hacia el céntrico mercado de San Lorenzo, donde hirió a otros dos inmigrantes senegaleses para después, al verse acorralado por la policía, suicidarse disparándose dentro de su coche en un aparcamiento subterráneo.

Pape Diaw, portavoz de la comunidad senegalesa en Florencia, se quejó de que los dos inmigrantes fueron asesinados “debido al color de su piel”. Al respecto, el presidente italiano, Giorgio Napolitano, llamó a la población a combatir toda forma de intolerancia. El ataque ocurrió días después de que unas bandas atacaran con petardos y bombas molotov un campamento de gitanos de los suburbios pobres de Turín tras una denuncia falsa de violación.