Una parte importante de los ciudadanos manifiesta sus recelos ante el fenómeno de la inmigración; sin embargo, en tiempos en los que la crisis económica campa a sus anchas y la tasa del paro está disparada, estas reticencias no han aumentado. Casi seis de cada diez españoles considera que la inmigración es “un problema” para el país, según recoge la cuarta encuesta anual Transanlantic Trends: Inmigración,que realiza la Fundación estadounidense German Marshall en colaboración con la Fundación BBVA y otras entidades europeas. La proporción de los que contemplan a los inmigrantes como un problema – el 58%-es la misma que en el 2009.

En el estudio, donde también se pulsan las actitudes en Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido, sólo los británicos – un 68%-tienen una percepción más negativa de los que vienen de fuera. En opinión de Consuelo Perera, analista de la Fundación BBVA, “la opinión se mantiene estable en España, a pesar de la situación, porque hay conciencia de que son precisamente los inmigrantes los que están sufriendo las consecuencias de la crisis en mayor medida que los autóctonos”.

La preocupación se centra en los inmigrantes que carecen de permisos de residencia y trabajo. Al 74% de los españoles encuestados le preocupa la inmigración ilegal, cifra que se reduce a un tercio entre los que aseguran estar preocupados por la legal.

Los responsables de la encuesta destacan que en todos los países analizados, y como ha ocurrido en ediciones anteriores, los autóctonos sobredimensionan la cantidad de inmigrantes que hay en el país. En España, Italia y Reino Unido, el 48% considera además que viven “demasiados” inmigrantes dentro de sus fronteras, frente al 57% de los británicos, el 33% de los franceses y el 28% de los alemanes .

Es más, prácticamente la mitad de los encuestados afirma que la mayoría de los inmigrantes están en España de forma ilegal. Hasta el 55% cree que los inmigrantes “son una carga para los servicios sociales” y “hacen que bajen los salarios” de los trabajadores autóctonos. Además, más de un tercio considera que “los inmigrantes les quitan el trabajo a los españoles”.

Paradójicamente, el 62% de los ciudadanos – el porcentaje más alto de los países analizados-asegura que los inmigrantes están “bien o muy bien” integrados. Cuando se les pregunta por los inmigrantes de origen musulmán, cae hasta el 30%.