La mitad de los conductores inmigrantes de origen iberoamericano reconoce que nunca pasó ningún examen para obtener el permiso de conducir en su país de origen, aunque posteriormente logró convalidar sin mayor problema su carné en España. Esta es una de las preocupantes conclusiones extraídas de una encuesta realizada por la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNA) y Stop Accidentes, que también reveló que más del 50% de las personas consultadas, ya fueran conductores o peatones, mostraba un «preocupante desconocimiento» de algunas señales y normas de tráfico vigentes en España.

«En algunos de los países iberoamericanos el carné se obtiene pagando una tasa en el ayuntamiento. Y si se lo retiran, se puede volver a sacar en otro pueblo», denunció el presidente de CNAE. José Miguel Baez considera «alarmante» que los permisos de conducir de países donde no existen exámenes ni autoescuelas se canjeen «indiscriminadamente» al llegar a España.

Poco seguros al volante

La encuesta fue realizada a 310 personas, a las que se planteó un breve test de diez preguntas: más de la mitad no logró pasar de cuatro aciertos y solo el 3% sacó sobresaliente. Unos pésimos resultados, a pesar de que la mayoría de las cuestiones eran básicas. Por ejemplo, seis de cada diez encuestados desconocían que no se puede rebasar una línea continua, y el 70% mostró dificultades para interpretar un semáforo con varias flechas situado en una intersección.

Eso sí, la mayoría de los inmigrantes tienen conciencia del peligro del alcohol al volante, aunque todavía un 10% cree que sus efectos dependen de la cantidad ingerida; un 5% no considera peligroso beber si se es buen conductor y otro 11% tampoco es partidario de los límites de velocidad porque el conductor «ya sabe lo que tiene que hacer». Reflejo de esta situación son los índices de siniestralidad vial de la población inmigrante, que en algunos casos «se multiplican por diez» con respecto al resto de la población española o de países de la UE, según datos de CNAE.

De hecho, un 40% de los encuestados no se siente seguro cuando circula por las carreteras españolas. Para acabar con esta situación, el presidente de la confederación de autoescuelas propone implantar una sencilla prueba teórico – práctica de una media hora de duración para cotejar que el conductor está capacitado para circular por las vías del Estado. Casi la mitad de los inmigrantes iberoamericanos siente la necesidad de recibir formación complementaria en materia de seguridad vial, mientras que otro 20% estaría dispuesto a recibirla, siempre que no le impida asistir a su trabajo.