Un total de 22 inmigrantes de origen subsahariano, entre ellos seis mujeres y cuatro menores de edad, llegaron el lunes por la noche hasta la playa de Horcas Coloradas de Melilla a bordo de una embarcación neumática a motor. La entrada se produjo, cuando la Guardia Civil localizó a los inmigrantes, que llegaban desde la costa marroquí próxima. En la embarcación neumática viajaban 12 hombres, 6 mujeres y 4 menores, uno de los cuales necesitó asistencia sanitaria porque tenía síntomas de hipotermia. Así lo confirmó ayer el delegado del Gobierno, Antonio María Claret.

Estos 22 inmigrantes pasaron por la Jefatura Superior de Policía para tramitar el correspondiente expediente de expulsión del territorio nacional, como paso previo a su acogida en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que ya registra una ocupación de 773 personas. Claret remarcó que mientras siga habiendo buen tiempo, se seguirán dando llegadas de inmigrantes, lo mismo a Melilla y a Ceuta que a la península. A todos ellos, según dijo habrá que atenderlos, como es obligación.

El delegado del Gobierno explicó que se sabe desde hace tiempo que en la zona de pinares de Marruecos se concentran inmigrantes de una manera abundante. La policía marroquí, dijo, trata de controlarlos y evitar que se produzcan las entradas.

Debido a la saturación del CETI, se está manteniendo las medidas de seguridad especiales, según explicado Claret, quien señaló que se están dando también muchas entradas de menores, por lo que está siendo un año con muchos inmigrantes llegados a Melilla. Según el delegado, esto muestra que los que se dedican al tráfico de seres humanos son más activos, lo mismo que los que se arriesgan a jugarse la vida echándose al mar. A ello, se suma la bonanza del tiempo.