patricia beorlegui

El Salón de Plenos del Parlamento acogió ayer una sesión, con motivo del Día de Navarra, en la que representantes de diez asociaciones de mujeres de Navarra pudieron debatir y votar sus propuestas respecto a la situación actual.

En primer lugar, intervino Teresa Ramírez, portavoz de la Asociación Amas de Casa de Beriáin, quien solicitó “políticas activas” para conseguir que las organizaciones de mujeres lleguen a ser “interlocutoras directas del Ejecutivo Foral y de los gobiernos locales”. A continuación, María Sagrario Mateo, presidenta de la Asociación Pro – Derechos De la Mujer Maltratada, Aprodemm, aseguró que el maltrato es un “tema cultural”, cuyas “víctimas, además de las madres, son los niños”. Para combatir esta realidad, Mateo explicó que la clave está en “informar y educar”. Por su parte, Miren Sanz, presidenta de la Asociación de Mujeres Rurales de Navarra, Amur, insistió en la necesidad de “defender el reconocimiento social, personal y laboral de las mujeres del medio rural”. La presidenta explicó que al papel de ama de casa “se le suma el de madre, el de cuidadora de personas mayores y la ayuda al cónyuge en el sector primario, sin remuneración ni cotización al Régimen Especial Agrario”.

Posteriormente, Fátima Djarra Sani, de la Asociación de Mujeres Africanas en Navarra, Flor de África, apeló a las instituciones para transformar a las mujeres inmigrantes subsaharianas en “personas activas socialmente, sujetas de derechos y de reivindicación ciudadana”, ya que “por ser mujeres inmigrantes y negras tenemos muchas más dificultades para acceder a cualquier tipo de recurso o empleo”. A continuación, Susana Aranguren, de la Asociación Navarra de Fibromialgia, Fatiga crónica y Sensibilidad Química Múltiple, Fida, pidió “una valoración de los trastornos más acorde a la realidad”, y su consideración como “enfermedad discapacitante”.

Teresa Sáez, de Andrea, que actúa por la igualdad de oportunidades y la prevención de la violencia, recalcó la necesidad de “repartir y compartir”, “desarrollar en toda Navarra centros de atención integral a la mujer en violencia de género” y “aplicar la Ley del Aborto en la Seguridad Social de Navarra”, entre otras propuestas.

Por otro lado, Pepa Pagola, del colectivo Saray, que trabaja con el cáncer de mama, propuso “la unificación real de las Unidades de Patología de Mama”, para permitir protocolos únicos de actuación, y explicó la importancia de estudiar “opciones de alta paulatina o incorporación parcial” al trabajo por parte de las afectadas. Seguidamente, Ana Sada, en representación de las mujeres sordas de Asorna, votó por mayores “medidas de accesibilidad, a la información y a la comunicación, con implantación de sistemas y tecnologías de apoyo a la comunicación oral e intérpretes” e indicó que, si bien “todo está en las leyes, sólo queda que se cumpla”.

Por su parte, Rosalía Echeverría, de la Asociación de Mujeres del Ámbito Rural, Afammer, pidió “la conciliación laboral, personal y familiar” de estas mujeres y su “reconocimiento”, como base del “desarrollo de los pueblos”. Finalmente, Edurne Monreal, de la Asociación de Mujeres Jóvenes de Navarra, Lamias, denunció el modelo de “belleza inalcanzable” exigido por la sociedad y pidió “una regulación adecuada de publicidad y tallas”.

El acto finalizó con la votación de las propuestas de cada colectivo, que resultaron aprobadas.