El naufragio ocurrió ayer, cuando la embarcación de 14 metros de eslora, volcó al encallar frente a la costa de Torre Santa Sabina, en Brindisi, y tras las primeras tareas de rescate, la guardia costera localizó a 41 personas, y encontró los cuerpos sin vida de dos inmigrantes.

Hoy a media mañana, se localizaba el cuerpo sin vida de otro inmigrante y se espera encontrar otro cadáver, ya que durante la noche se habían avistados dos bultos atrapados entre los escollos, según la guardia costera.

Según los inmigrantes, en la embarcación iban unas sesenta o setenta personas, por lo que una veintena estarían aun desaparecidas, y aunque continúan las tareas de búsqueda, las autoridades italianas creen que han podido llegar a tierra y se han dispersado para evitar ser identificados.

Esta mañana, la policía italiana localizó a uno de los inmigrantes que vagaba por las carreteras, por lo que subió a 43 el número de las personas rescatadas, entre ellas cuatro menores.

De estas, 33 se encuentran en buenas condiciones y han sido trasladados al centro de acogida de Cara di Restinco, en Brindisi, mientras que ocho han tenido que ser hospitalizados, aunque sus condiciones de salud no son preocupantes.

Los inmigrantes explicaron que procedían de Pakistán, Afganistán e Irak y que habían salido de Turquía hacía cincos días y una fuerte tormenta había empujado la nave contra las rocas.

La policía italiana explicó que se está investigando sobre una novedad en este tipo de desembarcos de inmigrantes, ya que estos llevaban una pulsera con números progresivos.

Los investigadores esperan que este hecho les pueda ayudar a saber cuántas personas viajaban en el velero, un medio de transporte, a veces robado, que últimamente utilizan las mafias para transportar a los inmigrantes hasta las costas italianas.