tragedia en santutxu

El homicida ingresa en la cárcel tratado como un preso sin enfermedad mental

Kepa Mallea recibió siete puñaladas, la primera de ellas en la espalda mientras estaba sentado en la barra del bar

El Correo, - AINHOA DE LAS HERAS aheras@elcorreo.com BILBAO., 17-11-2011

Aunque cueste creer que alguien que no está loco pueda apuñalar a siete personas, a una de ellas con tal ensañamiento que acabó con su vida, Bijan Alizabeh, iraní de 31 años, ha sido tratado por la Justicia como un detenido normal; es decir, como alguien que no sufre enfermedad mental alguna. El homicida fue trasladado el pasado martes desde los calabozos a la Unidad de Psiquiatría del hospital de Basurto, donde, tras ser examinado durante horas, recibió el alta, al parecer, sin ningún tratamiento médico, según informaron fuentes cercanas al caso. Ayer fue puesto a disposición judicial a primera hora de la mañana y el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Bilbao, tras tomarle declaración, ordenó su ingreso en prisión. Pasada la una de la tarde, el arrestado fue trasladado a la cárcel de Basauri, donde permanece ingresado desde entonces.
Por el momento, el acusado no ha sido entrevistado por psiquiatras forenses, una diligencia que podría realizarse más adelante, cuando avance la instrucción. No se descarta que los peritos puedan apreciar en el reo algún tipo de trastorno considerado como una circunstancia atenuante, distinto del eximente completo que se aplicaría a un enfermo mental.
Alizadeh, un joven moreno de 1,75 metros de estatura, que carece de antecedentes policiales aunque ha sido identificado en varias reyertas, se mostró «tranquilo» en la celda, según algunos testigos. Una actitud incomprensible para alguien que ha matado a una persona y ha intentado acabar con otras seis. La masacre se desencadenó alrededor de las nueve y media de la mañana del lunes en las inmediaciones de la boca del metro de Zabalbide, en el populoso barrio de Santutxu. Según algunas versiones, tras una primera discusión con una pareja, el acusado esgrimió un cuchillo de 17 centímetros de hoja que, según los testigos, manejaba con gran destreza, y atacó primero al joven y después a su novia. A continuación hundió el filo del arma blanca de manera indiscriminada a todo el que se encontraba en su camino.
Bijan Alizadeh se ensañó especialmente con una de las víctimas. Podía haber sido cualquiera, pero Kepa Mallea, un profesor jubilado que se encontraba en el bar Errondaberri tomando un café y leyendo el periódico tranquilamente, fue el blanco de sus iras. Indefenso, recibió siete puñaladas en distintas partes del cuerpo que le afectaron a órganos vitales, según ha revelado el resultado de la autopsia practicada al cadáver.
Incidente en Bilbaoarte
La primera le alcanzó en la espalda mientras estaba sentado junto a la barra. Cuando la víctima se volvió para intentar defenderse, le siguió apuñalando; primero en el costado, después en el tórax y, finalmente, la última, en la cara, hasta causarle la muerte, según indicaron fuentes de la investigación. Su viuda y sus hijas, en estado de shock, se mostraron muy afectadas por el asesinato.
El homicida fue detenido por una patrulla de la Policía Municipal de Bilbao un minuto y veinte segundos después de recibir la primera llamada de alerta por parte de los vecinos de Santutxu que presenciaron la cacería. Los agentes evitaron que el agresor fuera linchado por algunos vecinos o que pudiera seguir clavando un cuchillo de grandes dimensiones a diestro y siniestro. Uno de ellos le había golpeado en la cabeza con un gran adoquín formado por cuatro baldosas.
Una vez en la comisaría de la Ertzaintza en Deusto, adonde fue trasladado desde Garellano porque era el cuerpo que se encargaba de la investigación, el detenido se negó a declarar, indicaron fuentes oficiales. Los investigadores tratan ahora de reconstruir los pasos del joven en las últimas horas antes del mortal crimen, que podía haber sido múltiple. Días antes protagonizó un incidente en la sede de Bilbaoarte, que ha sido comunicado a la Ertzaintza, según ha podido saber este periódico.
De los seis heridos que produjo la locura homicida de Bijan, cuatro, todas ellas mujeres , siguen ingresadas en los hospitales de Cruces y Basurto. El joven iraní podría ser acusado de siete delitos de homicidio, seis de ellos en grado de tentativa.

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