Largos años de duro trabajo fregando escaleras no dan derecho, en el caso de miles de empleadas del hogar murcianas, a una pensión de jubilación, a una baja por enfermedad o a un mes de vacaciones. Más de la mitad de las asistentas del hogar de la Región trabajan en la economía sumergida, por horas o fijas, limpiando para otras personas que no les reconocen como sus empleados, negándoles así todos los derechos laborales de los que se beneficiaría cualquier trabajador. De las 20.000 mujeres (solo un 3% de empleados domésticos son hombres) que trabajan como asistentas, apenas 9.000 están dadas de alta en el régimen especial de la Seguridad Social. El resto, más de 11.000, trabaja de forma clandestina y sin ningún tipo de protección laboral. Un real decreto aprobado la pasada semana por el Consejo de Ministros regula las relaciones laborales de este colectivo para hacer aflorar la economía sumergida del sector y equiparar sus derechos a los del resto. La nueva normativa que entra en vigor el 1 de enero del próximo año.

Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras confían en que el nuevo reglamento dignifique al sector en la Región, uno de los más «lastrados por la economía sumergida en la Región». Los dos sindicatos esperan además que las mejoras laborales en el sector ennoblezcan también las condiciones laborales de miles de trabajadoras domésticas extranjeras, que son mayoría con una representación superior al 60%.

Los empleados de hogar cumplirán a partir del 1 de enero su principal aspiración: entrar en el régimen general de la Seguridad Social. Así, los empleadores de los trabajadores domésticos tendrán que cotizar por ellos desde la primera hora. Actualmente solo tienen la obligación de hacerlo si la contratación supera las 20 horas semanales de trabajo. Para ello, se establecen 15 tramos de cotización con unas bases que van desde los 90 euros mensuales hasta los 748.

Con el cambio, los trabajadores domésticos se equiparan al resto de asalariados, excepto en el derecho a cobrar prestación por desempleo. Así cuando estén de baja percibirán una paga por incapacidad temporal desde el cuarto día y no desde el 25 como ahora. La diferencia con el resto de trabajadores es que la Seguridad Social se hará cargo de esta prestación desde el noveno día y no desde el 16 como actualmente.

Los cambios mejoran la situación de las trabajadoras por horas, y también de las empleadas internas fijas. «Con las condiciones actuales es frecuente que una mujer que trabaja más de ocho horas diarias cobre poco más de 300 euros, ya que se les descuenta dinero del salario mínimo en concepto de manutención y alojamiento», explica Rosario González, secretaria de Inmigración de Comisiones Obreras, quien el sábado participará en un acto informativo sobre la integración de las empleadas del hogar en el Régimen General de la Seguridad Social en la sede del sindicato.

Al menos el salario mínimo

Cuando el nuevo decreto entre en vigor, los empleados del hogar cobrarán en efectivo al menos el salario mínimo interprofesional, según el decreto aprobado por el Consejo de Ministros. Por debajo de esta cantidad no será posible realizar descuento alguno por pagos en especies o en concepto de manutención y alojamiento, retribuciones que en cualquier caso no podrán superar el 30% del total. Hasta ahora, se les podía descontar hasta el 45% del salario mínimo, que asciende a 641,40 euros al mes, en concepto de manutención y alojamiento. Las asistentas tendrán también derecho a dos pagas extras completas (y no dos medias como hasta ahora), pero seguirán (salvo las contratadas a través de empresas de trabajo temporal) sin derecho a prestación por desempleo.

Para Eugenia Pérez, secretaria de Política Social de UGT, las bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social que marca el reglamento (del 20% para todos los casos y del 45% para las familias numerosas) «harán aflorar la economía sumergida en el sector y dignificarán un trabajo menospreciado».