Un polizón africano arribó el pasado domingo al Puerto de Santurtzi a bordo del mercante ‘Hasan Turan’ de bandera turca. El pasajero clandestino, de 20 años y nacido en Ghana, trabajaba como estibador en el puerto marítimo de Abidjan en Costa de Marfil, de donde partió el barco, y se podría haber colado en su interior con la pretensión de llegar a un país desarrollado y dejar atrás una vida de privaciones. Así se desprende, al menos, de las declaraciones que realizó en cuanto fue interceptado. Según señaló a este periódico Miguel Ángel Fernández, subdelegado del Gobierno en Bizkaia, el joven solicitó «quedarse a trabajar en España», una petición que no es nueva en Santurtzi y a la que las autoridades están acostumbradas a enfrentarse «dos veces al año de media». El joven, sin embargo, no pudo ver cumplido su deseo; desde tierra desbarataron sus planes al denegarle el permiso para entrar al país porque no tenía documentación alguna. «Hemos aplicado estrictamente la ley y no ha habido ningún problema con el joven», añadieron las mismas fuentes.

En cuanto el buque atracó en el muelle santurtziarra, se puso en marcha el protocolo habitual: el hombre fue asistido por un letrado del Colegio de Abogados de Bizkaia y un traductor, y a continuación se le leyeron sus derechos. La asistencia médica, que también se incluye en el procedimiento habitual, no fue necesaria en esta ocasión. «Preguntaron a esta persona por su estado físico y manifestó gozar de buena salud», explicó Fernández. También le interrogaron sobre el trato que había recibido a bordo, a lo que «respondió que la tripulación le trataba bien, estaba bien alimentado y disponía de un camarote en buenas condiciones».

Desde la Autoridad Portuaria señalaban ayer que el barco lleva atracado desde el pasado domingo y está previsto que zarpe hoy mismo rumbo a la ciudad turca de Izmir. El buque, de 152 metros de eslora, efectuó su primera escala europea en el puerto portugués de Aveiro. Reanudó la navegación vacío de carga y durante su estancia en Santurtzi se han llenado sus bodegas de sulfato sódico. El subdelegado del Gobierno en Bizkaia señaló ayer que durante este tiempo el joven no ha salido de la nave y «continúa alojado en su camarote». Las mismas fuentes reconocen, sin embargo, que no es seguro que el polizón continúe hoy viaje, «ya que la autoridad competente estudiará su situación administrativa y se decidirá que hacer con él».

Repatriación

Mientras, la Comisión de Ayuda al Refugiado en Euskadi (CEAR), que afirmó no haber recibido información sobre este caso, ya estudia la posibilidad de que el polizón desembarque en el puerto de destino turco de manera que sea repatriado desde allí a su país de origen. «Aquí no nos consta que se haya intentado. Ya estamos trabajando con ONGs de Izmir para ver si es posible allí», manifestó Javier Galparsoro, abogado de la entidad. El responsable de CEAR no descarta que el polizón intentara escapar nada más levar anclas en el muelle portugués de Aveiro – la escala anterior que efectuó el navío – , una circunstancia que no ha sido confirmada por las autoridades. «Eso demostraría que la intención de estas personas es llegar a un lugar seguro, el primero que se encuentren en su camino», resumió.