El alcalde de Torremolinos, Pedro Fernández Montes, anunció ayer que el Ayuntamiento derivará a los servicios de la Junta de Andalucía a todas aquellas personas inmigrantes que no puedan ser atendidas por los servicios sociales del Ayuntamiento, «debido a la drástica reducción, de un 33%, en las cantidades que el Gobierno autonómico venía transfiriendo a la administración local para dedicarlas a este tipo de partidas», criticó.

Tanto el primer edil como la concejala de Servicios Sociales, Inmaculada Rosales, recordaron ayer que el organismo público municipal recibía subvenciones de la Junta desde el año 2006 para hacer frente a una serie de iniciativas y políticas que, como destacaron ayer, «competen a la administración autonómica». Desde entonces, las arcas municipales contaban con ayudas de 73.000 euros, 76.000 – tanto en 2007 como al año siguiente – y durante 2009 se recibieron hasta 90.000 euros. Sin embargo, la cantidad asignada para el año siguiente decreció hasta los 60.000 euros y, las previsiones, según el mandatario municipal, es que «para 2012 dicha cantidad se verá reducida a 23.000 euros, es decir, un 75 por ciento menos, concretamente 67.000 euros menos de los que se venían recibiendo».

Tras la aplicación de este recorte, según el alcalde, «ni siquiera dará para la contratación de un empleado para el departamento durante todo el año, por lo que habrá que contratarlo únicamente a tiempo parcial». Hasta el momento, el área de atención a este colectivo cuenta con cuatro empleados.

Por todos estos motivos, «el Ayuntamiento se verá obligado a derivar a los organismos autonómicos todos aquellos inmigrantes que no puedan ser atendidos». Ante esta situación, reclamó a la Junta «que no presuma de atenciones sociales».