Cuando el 28 de junio de 2009 el periodista hondureño José Pablo Peraza vio cómo los militares tomaban la emisora de Radio El Progreso a raíz del golpe de estado en el país, la impotencia dio paso a la certeza de lo importante que era su labor de comunicación. Por eso, ayer este profesional de los medios alternativos compartía esa experiencia en los coloquios que conformaron la primera jornada del ‘II Foro Betty Cariño Por la comunicación alternativa, la libertad de expresión y la inmigración’, un encuentro que ha reunido a diversos periodistas latinoamericanos vinculados a esta corriente mediática y con el que pretenden denunciar la existencia de trabas a su labor en sus países.

El foro, que prosigue hoy desde las 11.30 hasta las 21.00 horas en el auditorio del museo Artium – con pausa de 13.15 a 17.00, y retransmitido a través de la web www.livestream.com/colectivobachue – es el segundo encuentro que el Colectivo de refugiados en Euskadi Bachué organiza en Vitoria, y rinde homenaje a la cooperante Alberta Cariño, que fue asesinada mientras formaba parte de una caravana humanitaria. Ella es la figura en torno a la que el periodista argentino Carlos Alberto Aznarez denunció la realidad actual latinoamericana.

La brasileña María Pía Matta, presidenta de la Asociación mundial de radios comunitarias defendió que «los temas de la libertad de expresión no son exclusivos de los dueños de los medios de comunicación ni de los periodistas, sino que es un derecho que atañe a las personas, a los ciudadanos, sin distinciones, y nosotros abogamos por el derecho a la plena libertad de expresión». Bajo esta premisa se enmarca la acción de estos medios alternativos.