La Guardia Civil recuperó ayer en aguas de la bahía de Melilla el cadáver de un inmigrante de origen magrebí.

Según informó a los periodistas el delegado del Gobierno, Antonio María Claret, se desconocen los motivos exactos del fallecimiento del inmigrante, que se están investigando, pero es posible que muriera cuando intentaba llegar a nado a la ciudad.

El cadáver se encontraba en el mar, muy próximo a la costa, por lo que se ha notificado su localización al Juzgado correspondiente que ha iniciado los trámites requeridos en estos casos. Así, se está procediendo a su identificación, al tiempo que se le realizará la autopsia para conocer los detalles del fallecimiento.

En este contexto, Claret manifestó que la primera misión de la Guardia Civil es la de evitar «accidentes», sobre todo cuando una patera va «sobrecargada» de personas y puede darse la situación de que algunos de los ocupantes caigan al agua y no sepan nadar.

En otro orden de cosas, informó de que un total de 20 inmigrantes – nueve hombres, ocho mujeres y tres menores – arribaron a Melilla a bordo de una lancha a motor. Claret, explicó que la embarcación llegó a la ciudad autónoma en la madrugada del lunes al martes.

A juicio del delegado, mientras haga buen tiempo, es posible que se sigan sucediendo llegadas de inmigrantes por mar, que son «inevitables» porque las mafias se aprovechan para organizar salidas de embarcaciones.

Asimismo, Claret quiso destacar que, en algunas ocasiones, la Guardia Civil logra que los inmigrantes no cumplan su objetivo de acceder a territorio español, pero que en otros casos «no hay más remedio» que rescatar a estas personas por razones humanitarias y ante el peligro de vuelco de la lancha.