¿Qué ocurrió realmente la noche del viernes pasado en Berrosteguieta cuando un joven apareció degollado en la carretera que sube al puerto de Zaldiaran? ¿Quién fue el autor de los hechos? ¿Qué motivó tan brutal crimen? Son muchos los interrogantes que rodean el asesinato, pero uno de los puntos de la investigación se centra en esclarecer por completo la verdadera identidad de la víctima, un joven colombiano que recibió una cuchillada mortal en el cuello.

Y es que según ha podido saber EL CORREO el fallecido respondía al nombre de Harold Smith en vez de al de Juan Enrique Piedrahíta Meder, como se pensó en un primer momento. ¿El motivo? Que la documentación hallada en la escena del crimen correspondía a la de alguien con estos nombres y apellidos. Lo cierto es que el joven de 25 años era natural de Toro, un municipio situado al norte del Departamento del Valle del Cauca, en Colombia, y que vivía en Vitoria junto a otro amigo. Además, al contrario de lo que ocurría al mencionar el nombre de Piedrahíta, Harold Smith sí era conocido dentro de la comunidad latinoamericana de la capital alavesa, especialmente de la colombiana, entre la que su asesinato ha causado una gran conmoción.

Prueba de ello es que desde el pasado fin de semana su novia y sus amigos, a través de Facebook, han querido recordar a ‘Palmita’ – como le llamaban cariñosamente – con mensajes de «Te queremos», «Te extrañamos, parcero» – término con que se designa a los amigos íntimos en Colombia – ; o «Que Dios lo tenga en su gloria, siempre lo recordaremos». También son muchos los que, sin dar más detalles de lo sucedido, se preguntan «el porqué» de lo ocurrido, con rabia y dolor evidentes.

Pese a ello, la ley del silencio se ha hecho entre su entorno y nadie se atreve a alzar la voz oficialmente para arrojar algo de luz sobre los sucesos del pasado viernes, si bien todas las especulaciones apuntan a un posible ajuste de cuentas. La misma hipótesis que maneja la Ertzaintza, volcada en esclarecer un crimen que se mantiene bajo secreto de sumario, tal y como decretara el magistrado del caso, el titular de Instrucción número 4 de Vitoria, Roberto Ramos.

Fondos para su funeral

Por ahora, lo único que ha trascendido es que el vehículo junto al que apareció el cadáver, un ‘Renault Megane’ gris propiedad de una mujer también colombiana, estaba cruzado en la carretera. Tras sufrir la agresión en el interior del coche – la abundante cantidad de sangre hallada en su interior así lo indicaría – el joven, agonizante, consiguió bajarse del automóvil para tratar de pedir ayuda, pero no sobrevivió.

Tras investigar la escena del crimen, el cadáver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde permanece el cuerpo. Sin embargo, gente del entorno de Harold Smith ya ha contactado con la abogada Amparo Higuera para tratar de repatriar al finado a su hogar natal. «Pero los trámites son muy complicados, lo normal en estos casos es celebrar un funeral aquí y luego incinerar los restos y llevarlos en avión a su familia», explicó la letrada del colectivo Voz Colombia, que añadió que hoy mismo se instalarán huchas en varios locutorios de la capital alavesa para recaudar fondos con los que organizar un funeral en recuerdo de Harold Smith.