«Abrir horizontes a personas que llegan de otros países es una gran satisfacción»
Las Provincias, , 29-10-2011Enseñar castellano a personas inmigrantes. Es el compromiso que hace diez años adquirió Carmen Embid, religiosa Hija de la Caridad que dedicó su vida laboral a las clases de castellano en el colegio Nuestra Señora del Carmen de Benicalap.
Antes de jubilarse como profesora pensó qué podría hacer por los demás al acabar sus obligaciones laborales. La respuesta la encontró «en un curso organizado por los jesuitas sobre voluntariado». Allí conoció varias posibilidades y una de ellas «era la más adecuada a mi perfil: clases de castellano para personas inmigrantes». Esa opción la convirtió en voluntaria de Ceimigra, centro de atención a inmigrantes donde cada semana imparte «ocho horas de clase» a las que suma «tres por cada día de la semana para prepararlas».
Para ella es una actividad «muy gratificante que recomiendo a todo el mundo. Abrir horizontes a otras personas es una satisfacción» y asegura que siempre «hay tiempo. Se trata de organizarse». Carmen sabe de lo que habla. Al voluntariado añade las responsabilidades en su comunidad religiosa y recuerda que «de Hijas de la Caridad no nos jubilamos nunca».
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