Un acomodado empresario francés, encarcelado por la muerte de su pareja

Un acomodado empresario francés, encarcelado por la muerte de su pareja

Una vez más, queda demostrado que la violencia machista es una lacra que no sabe de clases sociales. El último ejemplo es el de Augnice Agbontaen, inmigrante nigeriana de 38 años que fue tiroteada el pasado lunes por su pareja, un empresario francés de raíces italianas con quien vivía en un lujoso chalé de Gerona. Aunque el acusado, Bernard Andrighetto, aún no declaró ante el juez alegando estar muy afectado psíquicamente, ya pasó sus primeras noches en la cárcel, al decretar aquel prisión provisional sin fianza. Se le imputa un delito de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas, ya que se hallaron dos pistolas en su casa con las que habría disparado al menos media docena de balas a su esposa.

El homicida, un hombre de 48 años, orondo y de gran complexión, fue presidente de Splaff, grupo mayorista de artículos multiprecio, y se hizo popular por aparecer desnudo en carteles de su empresa, en los que se le veía sin ropa sentado y aplastando la palabra precios: nadie ofrecía tarifas tan económicas.

La víctima vivía en un chalé situado en una zona de clase acomodada, en el que no faltaban los coches de gran cilindrada y en el que las fiestas con numerosos invitados y todo tipo de lujos estaban a la orden del día. Agbontaen residía con su marido y sus dos hijos, uno fruto de su relación con el empresario y otro de una pareja anterior de la mujer, que nunca había denunciado malos tratos, según los Mossos d?Esquadra. El agresor tampoco tiene antecedentes de delitos económicos, pese a que estuvo imputado en Córdoba y Figueras; los casos se archivaron. La pareja, distante y amable, según los vecinos, llevaba cinco años en la urbanización.

Los forenses trabajan en la autopsia para esclarecer cuál de los disparos le causó la muerte a la mujer (que figuraba como administradora única de varias empresas de Andrighetto), uno de los cuales le entró por un ojo.