La Policía Nacional desarticuló una organización criminal asentada en Valencia dedicada a la explotación sexual y que obligaba a ejercer la prostitución a mujeres nigerianas, a las que sometía mediante la práctica de rituales de vudú y magia negra.

Según un comunicado de la Jefatura Superior de Policía, los agentes detuvieron a dos hombres y cinco mujeres, de entre 26 y 37 años y origen nigeriano, que inculcaban miedo a las víctimas y las amenazaban con destruir su alma, volverlas locas o causar daño a sus familias.

Los acusados son presuntos autores de los delitos de pertenencia a organización criminal, trata de seres humanos para su explotación sexual, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, favorecimiento de la inmigración ilegal, relativo a la prostitución, detención ilegal y amenazas. Las mujeres, una de ellas menor, debían trabajar entre dos y tres años para saldar la deuda y eran obligadas a ejercer en los barrios más marginales de la Comunitat Valenciana. Todo el dinero obtenido de su trabajo era recogido periódicamente por las “Mamys”. La cuantía de la deuda ascendía a 50.000 euros.