aki kaurismÄki director de 'le havre'
"Cuanto más pesimista soy, más optimistas son mis películas"
Aki Kaurismäki (Orimattila, Finlandia, 1957) llegó el miércoles a Donostia, tras completar un largo viaje en caravana desde el norte de Oporto, donde reside desde hace 23 años. Su mujer y sus dos perros le acompañan en el Zinemaldia, donde ha presentado 'Le Havre' en Zabaltegi
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 24-09-2011LA ironía del director finés emerge desde la primera frase que surge en este encuentro mantenido con varios medios de comunicación. Una botella de vino blanco y un menguante paquete de cigarrillos lo acompañan en la terraza del María Cristina, donde habla de su vida, del cine y de su nuevo filme, la historia de un escritor que se solidariza con un joven africano sin papeles.
¿Está de acuerdo en que ‘Le Havre’ es una película optimista?
Ya hice una película optimista una vez, Un hombre sin pasado, y pensé que me matarían si volvía a hacer una más. Así que, entre medio, tuve que hacer la película más triste de mi vida y así pude volver al optimismo. No me han matado todavía, pero no estoy seguro de que no lo hagan.
¿Qué actitud de las dos prefiere?
Es más triste ser pesimista. Este mundo es tan terrible que no tengo ganas de hacer más películas pesimistas. Para que al menos en el cine puedas estar en paz.
¿Por qué eligió Francia para esta última historia?
No elegí Francia, sino Cádiz; intenté hacerlo allí, pero me pareció demasiado pequeño. Hubiese bloqueado la Parte Vieja. También quise hacerla en Marsella, pero no conozco nada sobre la cultura africana, algo muy presente allí, y me hubiera sentido como un turista. Además, es una pesadilla logística rodar en Marsella. Pero Le Havre, en realidad, está situada en Europa. Hubiera dado igual Valencia, Marsella o Cádiz. Tiene algo de sabor francés, pero podía haber sido cualquier ciudad portuaria europea.
Usted hizo La vida de Bohemia (1992). ¿La inmigración, un tema central en ‘Le Havre’, es la bohemia de nuestro tiempo?
Eso sería analizar la película, algo que no hago nunca. Es demasiado complicado. Pero tienes razón.
El filme incluye temas de la canción francesa, el tango… ¿Qué importancia le da a la música en términos narrativos?
Es un hábito un poco especial. Tengo una cesta de madera para ir a recoger setas en el bosque. Por la mañana meto varias grabaciones dentro de ella, me voy al estudio y vamos sacando canciones y probándolas. Alguna siempre funciona. Es la única parte importante a la hora de hacer un filme, porque puede cambiar todo, pongas tango o pongas rock & roll. Es la única parte interesante; el resto ya me lo sé.
Se ha comentado que un filme de la Sección Oficial, ‘Adikos Kosmos’, se asemeja al ‘estilo Kaurismäki’. ¿Le piden consejo otros directores?
No sé quien es, pero podía haberse buscado un mejor profesor. Yo hago películas de mi estilo, porque es el único que tengo. No solo en el cine; también en la vida, si tienes un estilo, merece la pena mantenerlo. Si no, estás perdido.
¿Existe el ‘estilo Kaurismäki’?
No soy consciente de ello, aunque es cierto que todos mis filmes son parecidos. No soy muy bueno con las cámaras, los ángulos y las tomas; odio las imágenes maravillosas. Yo solo tengo ojos y ritmo.
Ha dicho que ‘Le Havre’ será la primera parte de una trilogía. ¿Qué planes tiene para las siguientes?
Durante 54 años, me he preguntado qué es verdad y que no. Soy tan vago que si no me pongo trabajo para el futuro, me paso el tiempo leyendo, durmiendo y soñando. Como broma, dije que iba a hacer una trilogía y ahora me veo obligado a hacerla para poder dar de comer a mis hijos.
¿Sabe dónde las va a rodar?
Si lo digo ahora quizá alguien me robe las ciudades, pero son Vigo y Hamburgo. Uno de ellos se va a llamar El barbero de Vigo: una historia de amor que seguramente se ruede en español. Es lo único que sé, pero puedo improvisar la historia ahora. Una familia de pescadores que lleva 200 años saliendo al mar. Seis hermanos, muy fuertes, a excepción de uno, que es sensible y que decide ser barbero. Y todos los días ve pasar a una chica por delante de su barbería. Es tan tímido que nunca le dice nada. No sé nada más, pero tendrá un final feliz.
¿Tendrán los tres un final feliz?
Sí, desde luego. En mi versión de Hamlet ya maté a todo el mundo, así que ya fue suficiente.
Se está volviendo optimista…
Cuanto más pesimista soy, más optimistas son mis películas.
Sus películas han mostrado siempre una Europa en crisis económica y de valores. ¿Hasta qué punto han sido premonitorias?
Todo está en mi versión de Hamlet. Me entristece ver gente sin trabajo, sin dinero para alimentar a sus familias. Pero creo que deberíamos ir hacia atrás: en vez de crecer, deberíamos retroceder y aprender a sonreír otra vez. Si no estamos en equilibrio con nuestro planeta, esto se terminará. Los bosques están desapareciendo, la gente muere… y nosotros, aquí, bebiendo vino. ¡Bueno, soy el único!
¿Coincide con quienes dicen que el cine ha muerto?
El cine no está muerto, es Hollywood el que está muerto.
¿Cuándo falleció?
En 1962. Existen dos Hollywood. El de antes y el de ahora. Antes del 1962, los directores habían visto guerras y era gente seria. Desde entonces no han visto mundo. Los autores de Hollywood difícilmente han visto más allá de una hamburguesa. Además, solo del McDonalds. Y digo 1962, porque mi Cadillac es de aquel año. Y Ralf Wolf hizo su última película aquel año.
Esta película va a competir por los Oscar. ¿Le interesan los premios?
Personalmente, me da igual. Odio los festivales competitivos. Las películas no son caballos de carrera. Cuando hay un concurso, la gente deja de hacer películas y solo piensa en ganar.
Pero también ha solido presentar sus obras a competición.
Porque también soy productor. Esta vez lo he dejado en la habitación del hotel.
¿Y tiene una lucha interior entre el director y el productor ?
Y también con el editor y el guionista… Ahora que estáis diez personas delante de mí, os hago una promesa. En los primeros diez años de mi carrera no participé en ningún concurso; a partir de ahora no volveré a hacerlo. Porque ya he conseguido lo que quería: dinero para poder alimentar a mis perros.
¿Cómo se siente en este tipo de entrevistas?
Es la vida humana: lo que das, recibes. Es otra de de mis frases preferidas.
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