66.ª ASAMBLEA GENERAL DE LA ONU
Decenas de heridos en un motín de inmigrantes en Lampedusa
La Vanguardia, , 22-09-2011EUSEBIO VAL – Roma. Corresponsal
Lampesusa lleva años siendo un polvorín y finalmente estalló. En la diminuta isla italiana, anhelado trampolín de los tunecinos para dar el salto a Europa, se desató el martes una violenta revuelta de inmigrantes que ayer degeneró en enfrentamientos con la policía y con la población local. En los choques hubo decenas de heridos, uno de ellos grave, o intoxicados por inhalación de humo.
El primer motín tuvo lugar en la precaria instalación donde se hacinan quienes llegan clandestinamente a la isla, el mal llamado centro de acogida (en realidad es un lugar para identificar a las personas y luego expulsarlas). Los inmigrantes , enfurecidos, prendieron fuego a varios edificios. Se produjo una huida masiva. Parte de los fugitivos fueron detenidos y llevados a un campo de fútbol. Por la mañana se reavivó la tensión. Un grupo de inmigrantes amenazó con hacer estallar bombonas de gas delante de una gasolinera. Hubieron de actuar las fuerzas antidisturbios. Ciudadanos locales hartos de la situación se sumaron al caos e increparon también a los periodistas.
En Lampedusa han seguido llegando casi a diario inmigrantes tunecinos a pesar del acuerdo alcanzado la primavera pasada entre los gobiernos de Roma y de Túnez para repatriarlos. Antes de ese pacto, quienes alcanzaron las costas italianas obtuvieron un permiso de residencia temporal de seis meses que les permitía, en teoría, moverse por Europa. Muchos de ellos lograron llegar a Francia, el destino preferido, a pesar de los controles establecidos por las autoridades galas, que nunca aceptaron la concesión del permiso italiano.
Lampedusa, con poco más de 6.000 habitantes, isla árida que depende del suministro externo de agua potable, no cuenta ni siquiera con un hospital. La continua llegada de inmigrantes , en su mayoría socorridos en alta mar, crea una fortísima presión psicológica en sus habitantes. En general se han comportado con comprensión y generosidad, pero la paciencia tiene un límite. Ven amenazado su estilo de vida, la propia supervivencia de su territorio. El turismo se ha resentido enormemente.
El alcalde de la isla, Dino De Rubeis, habló en términos dramáticos. “Estamos en guerra y la gente hará justicia por su cuenta”, dijo. Él mismo sufrió un intento de agresión de tres conciudadanos furiosos por lo que consideran una actitud demasiado blanda del alcalde. De Rubeis, siempre muy teatral, esgrimió ante la prensa un bate de béisbol que tiene en su despacho y amenazó con usarlo para defenderse. El ministerio del Interior prometió que en un plazo de 24 horas todos los inmigrantes serán repatriados, sea en avión o en barco. El problema es que la isla se vacía pero no tarda mucho en volverse a llenar.
El primer ministro, Silvio Berlusconi, ha realizado este año dos visitas a la isla cuando la situación se tornó grave. En la primera anunció que se compraba una casa, delante del mar. Las medidas para gestionar la ola de inmigrantes han sido siempre parches provisionales.
(Puede haber caducado)