EL MIRADOR
Los derechos de la mujer en la calle
La Vanguardia, , 16-09-2011JOSEP PLAYÀ
Lo llaman ley de uso del espacio público y por ese título parece la ley más aburrida y secundaria de cuantas se puedan aprobar. Y sin embargo con ella se quiere prohibir el uso del burka y el niqab en la vía pública, multar los actos incívicos, combatir el exceso de ruido y acabar con la prostitución en la calle. Toca puntos sensibles, aunque lo hace por una puerta trasera.
El uso del burka no es un problema de la sociedad catalana como se ha demostrado en Lleida, donde la ordenanza se aprobó hace ya meses y no hay constancia de ninguna infracción. Como dice el alcalde de Lleida, Àngel Ros, es más importante la defensa de la dignidad de la mujer. Podría incluso cuestionarse si es necesario reglamentar su uso, pero refuerza el derecho a la visibilidad de la mujer y no hay nada que decir.
Como tampoco hay nada que decir, y mucho que agradecer, si al final la nueva ley sirve para prohibir la prostitución en la calle. Antes ya se utilizó la ley Ómnibus, aún no aprobada, para prohibir la prostitución en la carretera, y en ambos casos vale decir que el nombre es lo de menos si se acaba con esa lacra. El mercado de la carne que ofrecen algunas calles y carreteras catalanas (es la primera imagen que se ofrece al entrar por las fronteras de Portbou y La Jonquera) es una vergüenza para el país y una ofensa para unas mujeres doblemente explotadas, por las mafias y por los clientes. Las leyes que sirven para regular las libertades individuales y colectivas son las que definen a los países avanzados.
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