Un hombre de 47 años y nacionalidad búlgara murió ayer en Almería capital tras rociarse con gasolina y quemarse a lo bonzo. El fallecido era un indigente conocido en la zona que acudía a los inmuebles abandonados para pasar algunas noches.
Por motivos que se desconocen, el hombre se prendió fuego poco antes de las diez de la mañana en un camino situado cerca de varios colegios. Poco después, la policía recibió el aviso de varios particulares que alertaban de que una persona estaba ardiendo.
Los avisos no sirvieron de nada. Para cuando llegaron los bomberos el cuerpo del hombre ya se encontraba carbonizado en posición de cúbito supino, de forma que los miembros del equipo de rescate solo pudieron trabajar para apagar el incendio que se había propagado a 25 metros del cadáver y que afectó a una zona de matorrales.
El fallecido no dejó ningunma nota o algún tipo de testimonio que permita determinar el motivo de su suicidio.