EN DIAGONAL

Nueve minutos

Diario Vasco, , 26-08-2011

Si Nafissatou Diallo hubiera estado hasta arriba de testosterona entendería lo suyo con DSK. Si la camarera del Sofitel se pusiera tibia de la hormona masculina que Jane Fonda toma para avivar su deseo sexual podría entender su irrefrenable atracción por un DSK desnudo. Porque durante nueve minutos hubo sexo, eso no lo niega ni el temerario fiscal del distrito desilusionado por no tener la víctima perfecta. Más de la mitad de los franceses no quiere que DSK vuelva a la política. Pocos parecen. Queda la demanda civil en EE UU y la acción judicial de Tristane Banon en Francia. Y ni la defensa de los prestigiosos Badinter, sobre todo la de Elisabeth Badinter, sucesora intelectual de Simone de Beauvoir, parece capaz de ayudar. El universo DSK, auque solo sea por vía de imagen, se ha ido al diablo. Como el universo Gadafi. Pese a que la gente no se haga fotos en un sofá dorado con forma de sirena. DSK, más previsible, tendrá sillones Eames.

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