Strauss-Kahn da por terminada "una pesadilla" para él y su familia
La justicia de EE. UU. exonera al político, que ya puede regresar a Francia
La Vanguardia, , 24-08-2011Dominique Strauss-Kahn, que vio arruinadas sus ambiciones políticas el 14 de mayo cuando una empleada de un hotel de Nueva York le acusó de violación, quedó ayer definitivamente exonerado de todos los cargos, y desde anoche puede regresar a su país, Francia, después de tres meses de culebrón judicial.
Pero su imagen pública ha quedado tocada y, como indica la fiscalía de Manhattan en el documento que pedía al juez retirar los cargos, sigue sin saberse qué sucedió entre Strauss-Kahn, de 62 años, y la demandante, Nafissatou Diallo, una inmigrante guineana de 33 años.
“Una limpiadora aparece en su habitación del hotel, y poco tiempo después – quizá diez minutos, quizá un poco más-estaba escupiendo su semen en el pasillo. Es difícil imaginar una hipótesis que no refleje otra cosa que deshonor, si no culpabilidad delictiva, por parte de este hombre prominente”, escribe en The New Yorker Jeffrey Toobin, especialista en cuestiones jurídicas. “Su victoria jurídica no debería confundirse con una victoria moral”.
La sesión fue breve; apenas un cuarto de hora. Strauss-Kahn asistió junto a su esposa, la célebre periodista retirada Anne Sinclair. En el exterior se concentró un grupo de manifestantes con carteles en los que se leía: “Juzguen al violador, no a la víctima”, o “DSK [ las iniciales del acusado] trata a las mujeres como si fueran de su propiedad”.
Joan Illuzzi-Orbon, fiscal del distrito adjunto, explicó que no podía proseguir con el caso por la falta de credibilidad de la supuesta víctima. El juez enseguida aceptó retirar los cargos, como le pedía la fiscalía.
Después de que se resolviera un último recurso del abogado de Diallo, Kenneth Thompson, para recusar al fiscal Cyrus Vance jr., Strauss-Kahn recuperó la libertad completa, aunque aún afronta un proceso civil en el que la demandante buscará una indemnización. “Estos últimos días han sido una pesadilla para mí y para mi familia”, dijo el político socialista francés en un comunicado.
Era su primera declaración pública desde su detención en un avión que se aprestaba a despegar de Nueva York con destino a París. Entretanto, perdió el cargo de director gerente del Fondo Monetario Internacional y sus aspiraciones a la presidencia francesa naufragaron. “Quiero dar las gracias a todos mis amigos en Francia y en Estados Unidos que creyeron en mi inocencia, y a las miles de personas que nos han expresado su apoyo en persona y por escrito”, añadió.
El caso dio un giro inesperado el 1 de julio, cuando el fiscal Vance jr. pidió al juez que dejara en libertad a Strauss-Kahn. La solidez aparente del caso contra el político francés, que llevó a su detención, se desmoronó cuando los investigadores descubrieron las mentiras repetidas de la acusadora y detectaron incoherencias en su versión del incidente.
“Las pruebas físicas, científicas y otras establecen que el acusado participó en una relación sexual apresurada con la demandante, pero esto no establece de forma independiente lo que, según ella, fue una relación forzada y no consentida”, se lee en el documento en el que la fiscalía pedía retirar los cargos. “Nuestra preocupación grave sobre la fiabilidad de la demandante hace imposible responder a la pregunta de qué pasó exactamente en la suite de hotel del acusado el 14 de mayo del 2011, y por tanto impiden que se mantenga el caso”, añadía.
En su comunicado, Strauss-Kahn elogió “la profesionalidad” de Vance. Después, ante la casa donde ha residido estos meses, declaró: “Tengo prisa por regresar a mi país, pero todavía tengo algunas cosas que hacer antes de poder partir, y me expresaré de manera más extensa cuando haya vuelto a Francia”.
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