En la Región viven 219.000 extranjeros con permiso de trabajo y residencia, según datos de 2010. Es un 1,56% más que en el año 2009, pero ese pequeño incremento se explica porque 2.921 inmigrantes sin papeles consiguieron su regularización gracias a la figura del arraigo social (presentaron una oferta de trabajo, y demostraron que tienen lazos familiares y que viven en la Región desde hace al menos tres años). El leve incremento contrasta con los espectaculares aumentos que se producían en la década pasada. En 2002, el número de extranjeros con permiso de residencia se disparó un 48%. En 2004, un 37%.

Las cosas empezaron a cambiar cuando estalló la crisis, en 2008, recuerda Fulgencio Puche, director de la Oficina de Extranjería. A partir de ese momento, los incrementos anuales ya no pasaron del 6%, y en realidad no se correspondían con la llegada a la Región de nuevos inmigrantes , sino con personas que conseguían su regularización por reagrupamiento familiar o arraigo.

En 2005, en pleno ‘boom’ económico y coincidiendo con el proceso de regularización extraordinaria, 15.103 ecuatorianos obtuvieron su tarjeta de residencia. En 2010, la cifra descendió a 132. En lo que va de 2011, apenas han acudido a Extranjería 49 ecuatorianos. En el caso de los marroquíes, se ha pasado de 9.933 nuevas autorizaciones de residencia en 2005 a solo 356 este año, y de ellos, el 96% vive en la Región desde hace más de tres años. «La población inmigrante solo está creciendo, en realidad, con los hijos que nacen ya en Murcia», resume Puche.